Figura del docente ha perdido autoridad

Figura del docente ha perdido autoridad

Hoy en día los docentes de todos los niveles educativos enfrentan cada vez más situaciones que dificultan su labor al encontrarse con alumnos que minimizan su figura de autoridad en el aula, quienes son acusados ante cualquier intento de disciplina por padres que sobreprotegen a sus hijos.

José Luis Zúñiga Basilio, de la Asamblea Estatal Democrática de la Sección 40 del Sindicato Nacional de los Trabajadores de la Educación (SNTE), comentó que en los últimos años se le ha restado autoridad al docente para poder llamar la atención de sus alumnos, recordando que hace una década era sinónimo de respeto.

Consideró que el propio Estado ha desvalorizado la labor docente y que ha minimizado su papel, caracterizándolo como irresponsable. Es un fenómeno que ha impactado en el trato en las escuelas y es muy común hoy en día que los padres lleguen a protestar cuando se les llama la atención a los menores.

Además, caen una contradicción para ejercer su labor, porque a la par hay padres que les piden disciplinar a sus hijos, pero el respeto y la disciplina se deben aprender en casa, no depende de la escuela. Por si fuera poco, en muchos casos se molestan si se aplica un castigo.

Todo ello favorece a que algunos estudiantes exageren o mientan; incluso, si un docente les llama la atención ante una idea errónea en el ejercicio de los derechos, es ahí cuando se pueden producir las agresiones, como la que vivió una maestra en el Estado de México, donde los papás no mediaron palabras, la agredieron.

Reforzar iniciativas

Sobre las campañas y programas que realizan las autoridades educativas para fomentar el respeto, no al bullying, así como la disciplina escolar, el docente refirió que aunque se hagan cada año, estas no tienen mayor trascendencia si no cuenta con el seguimiento necesario, pues pareciera que solo lo hacen por cumplir.

Las autoridades educativas no destinan personal especializado suficiente para estos trabajos; por el contrario, llenan de carga escolar y administrativa extra a los maestros de manera obligatoria, pero no hay seguimiento y no hay un impacto real o medible sobre los estudiantes.