Fortalecer la partería para garantizar salud materna

La Agencia de la ONU para la Salud Sexual y Reproductiva (UNFPA, por sus siglas en inglés) se reunió con autoridades municipales y estatales de Chiapas con el fin de insistir en el fortalecimiento de la partería como pieza clave para garantizar la salud materna y neonatal.

En el marco del Día Internacional de la Partería, autoridades de la Agencia se apersonaron en San Cristóbal de Las Casas y platicaron de forma directa con parteras; quienes le expresaron las dificultades para realizar dicha actividad.

Necesario reconocimiento

Natalia Kanem, directora ejecutiva del UNFPA, expresó que parteras pueden prestar el 90 % de los servicios esenciales de salud sexual, reproductiva, materna y neonatal, entre los que se incluye la planificación familiar. También brindan apoyo a las sobrevivientes de violencia basada en género, que se dispara durante las crisis.

A menudo, las parteras se exponen a enormes riesgos cuando se aventuran a atender a mujeres y niñas en hogares y comunidades de difícil acceso en situaciones de crisis.

“La partería no siempre recibe el reconocimiento que merece como una profesión sanitaria de vital importancia. La reducida inversión en partería es un problema crónico que se traduce en una formación insuficiente, salarios bajos y escasez de infraestructuras y suministros; estos obstáculos altamente presentes en tiempos de estabilidad no hacen sino empeorar en tiempos de crisis”, expresó Kanem.

Recortes financieros

La directora agregó los recientes y drásticos recortes en la financiación de la ayuda humanitaria amenazan con ampliar estas carencias, lo que conlleva trágicas consecuencias para las mujeres y las niñas en algunos de los lugares con más dificultades del mundo.

Las parteras están reportando un aumento de las tasas de mortalidad entre mujeres y recién nacidos en zonas de conflicto y contextos frágiles, algo muy preocupante en entornos donde se registran más del 60 % de las muertes maternas del mundo.

“Sabemos que las parteras podrían evitar dos tercios de las muertes maternas y neonatales, al tiempo que proporcionarían enormes beneficios económicos y sociales, desde una disminución de los costos de la atención médica hasta un incremento de la productividad de la fuerza de trabajo. Las mujeres y la sociedad toda serían menos vulnerables ante las crisis y estarían mas preparadas para hacer frente a la recuperación posterior”, añadió.