Frenan autoridades caravanas de migrantes

Elementos del Instituto Nacional de Migración, Policía Federal y Guardia Nacional emprendieron un operativo para frenar la caravana de cientos de migrantes de diferentes nacionalidades que habían partido de Tapachula hacia el centro del país.

Fue sobre la carretera Costera en el tramo Tapachula-Huixtla, a la altura de Xochiltepec, en donde se desplegaron las acciones que propició que muchos extranjeros se metieran entre los matorrales, potreros y campos de cultivo de la zona.

Los migrantes originarios de África, Asia, Haití, Cuba y Centroamérica que permanecían varados en Tapachula desde hace varios meses, decidieron emprender la caravana para avanzar hacia el norte del país, partiendo del parque central “Miguel Hidalgo”.

Estos habían decidido organizarse y partir en caravana ante la falta de respuesta del Instituto Nacional de Migración (Inami) y de la Comisión Mexicana de Ayuda a Refugiados (Comar) a sus solicitudes de otorgarles un Oficio de Salida o regularizar su estancia, entre ellos asilo, residencias temporales, permanentes o por razones humanitarias.

Dijeron que las condiciones en que se encuentran, sin empleo y servicios básicos, los obligó a unificarse y partir hacia el centro de México.

Se calcula que entre mil 500 y dos mil migrantes participaron en la caravana, entre ellos familias completas, incluyendo niños, quienes eran acompañados por personal de Protección Civil.

Interceptados

Las autoridades migratorias y federales, entre ellos la Guardia Nacional, desplegaron un fuerte operativo para frenar la caravana antes de que llegara a Huixtla, que era su primera parada.

Fue a la altura de la comunidad Xochiltepec en el municipio que lleva el mismo nombre, en donde fueron “copados” por las autoridades, lo que obligó a muchos de ellos a huir entre los matorrales, potreros y cultivos agrícolas.

Se estableció que antes ya habían sido asegurados unos 150 que se quedaron rezagados y “para no seguir exponiendo sus vidas” los invitaron a subir a las vagonetas del Inami y fueron trasladados a la Estación Migratoria Siglo XXI.

Al ser interceptados, los agentes federales les pidieron no exponer a los niños y permitir ser trasladados a un albergue, aunque los migrantes reclamaban que tenían ya más de seis meses varados sin respuesta de las autoridades.

Cientos de migrantes fueron subidos a camiones de las autoridades y otros decidieron retornar caminando por la carretera, estableciéndose que la caravana fue desmantelada.