Germán, el creador del innovador “Pozol Arrecho”
Germán es el creador del “Pozol Arrecho” en Chiapas. Rodolfo Flores / CP

Germán Hernández, originario del estado de Puebla, radicado en Tuxtla desde hace 30 años, es el creador del ya famoso “Pozol Arrecho”. El entusiasta emprendedor dio a conocer que comenzó en esta actividad tras quedarse sin sustento por la quiebra que sufrió su empresa de venta de ropa.

En una entrevista para Cuarto Poder, expresó que la innovación del recipiente con una tapa para colocar algunos complementos con los que se acompaña esta deliciosa bebida a base de cacao y maíz, surgió en abril del 2017.

Relató que nunca imaginó dedicarse a la venta de pozol, esto fue luego de quedarse sin un ingreso económico; la crisis generalizada le pegó demasiado, al grado de cerrar su comercio que por más de 20 años fue su medio de vida.

Expone que “es la necesidad lo que me llevó a una alternativa de vender de esta forma, con un recipiente con frutas de temporada: coco, mango, pepino y cacahuate; al principio fue complicado porque las personas pensaban que todo se ponía dentro del líquido pero no era así”.

Los tuxtlecos poco a poco lo fueron aceptaron y ahora, comenta, lo piden de esta forma y el nombre se ha vuelto ya una marca registrada que está en el gusto de la gente, a tal grado que son ahora una matriz, más dos sucursales.

No todo ha sido fácil, pues expone que los locatarios del centro principalmente le han prohibido que se acerque a estos lugares y mucho menos que ofrezca su pozol en los alrededores; también ha sido corrido de algunos municipios como Chiapa de Corzo, donde ha buscado expandir el negocio.

El éxito no se trata de haber colocado únicamente los productos encima de la tapa, pues aclara: “nosotros cuidamos mucho la calidad de nuestro producto, por eso la gente lo busca, le ponemos suficiente cacao, de buena calidad, buena canela, igual el maíz, todo desde que inicia la elaboración; no es la forma, es un nombre registrado”.

Sin embargo no se confía, pues busca más puntos de venta en diferentes colonias de la ciudad. “En algunos lugares no nos aceptan, pero también tenemos derecho de trabajar, y llevamos casi dos años”, asegura.

La matriz se localiza en la Calle Central, en el corazón de Tuxtla, una sucursal en el parque 5 de Mayo, la segunda en Terán, donde emplean a varios jóvenes, por lo que también contribuye a la economía local.

“He sido comerciante por 25 años, toda una vida, nunca imaginé quebrar, esa es la verdad, me quedé sin nada; ahora tenemos varios empleados, a mis 43 años comencé de nuevo, el pozol es mi medio de vida”, expresó.

Es poco común que un hombre elabore esta tradicional bebida del sureste del país, pero Germán se encarga de todo el proceso, hasta las ventas.

En un buen día logra vender unos 80-100 litros, los cuales los oferta en 13 pesos. Las épocas más difíciles son las de frío, sin embargo “a los chiapanecos les gusta el pozol, es la bebida tradicional, que alegra a chicos y grandes y más si es el ‘Arrecho’”, exclama.

Quizá el éxito de la bebida no sea pura casualidad, ya que es consumida desde tiempos prehispánicos.

En este sentido, cabe recordar que el pozol proviene del náhuatl pozolli, y que los maya-chontales de Tabasco llamaban “pochotl”; es una bebida densa, a base de cacao y maíz de origen mesoamericano, que sigue siendo consumida en los estados de Tabasco y Chiapas, así como parte de Centroamérica, y en particular en comunidades indígenas; antiguamente era igualmente consumido en diversas regiones de Oaxaca y el sur de Veracruz, en México.

En El Salvador se le denomina así a un residuo espeso de cualquier líquido; en Guatemala se denomina así al maíz pulverizado (“pinole” en varias regiones de México); cuando a éste se le agrega cacao seco y tostado, es conocido como “polvillo”.

Quizá sin conocer esta parte histórica, Germán encontró una segunda oportunidad en este producto tradicional: “mi familia y yo nos dedicamos a esto, esperamos que sea por mucho tiempo, así será. No concebimos a un chiapaneco sin su pozol”, remata.