Glaucoma, una enfermedad silenciosa
Las personas mayores de 40 son más propensas, pero los jóvenes no están exentos. Cortesía

En México, para el 2020 se estimó que existen cerca de 1.5 millones de personas con glaucoma y hasta 50 mil casos con ceguera a causa de su detección tardía. El 1.3 % de la población la padece, aunque casi el 50 % lo ignora. A nivel mundial, de acuerdo a la Organización Mundial de la Salud (OMS), la cifra se calculó en 11 millones de afectados por este padecimiento.

El glaucoma es la segunda causa común de ceguera en el mundo en personas mayores de 40 años, después de las cataratas; es una enfermedad degenerativa causada por el aumento de la presión dentro del ojo, y puede causar ceguera irreversible.

De acuerdo a Ricardo Rosales Tirado, oftalmólogo adscrito al Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS), el ojo contiene en su interior un líquido que se renueva constantemente, pero si falla el sistema de drenaje, la presión intraocular aumenta y puede dañar el nervio óptico, provocando ceguera de forma irreversible.

Señaló que algunos factores de riesgo para desarrollar la enfermedad son: padecer diabetes, miopía (defecto que produce visión borrosa o poco clara de los objetos lejanos), tener más de 40 años de edad y familiares que sufran de glaucoma.

Aunque muchas personas creen que el glaucoma es un problema de salud propio de los adultos mayores, es posible que se desarrolle en personas más jóvenes, sobre todo aquellos que tienen antecedentes familiares con este padecimiento, ya que la probabilidad de que sea hereditario es del 25 por ciento.

Una señal de alarma es que la persona que padece glaucoma empieza a tropezar con los objetos a su alrededor, ya que van perdiendo la periferia del campo visual al avanzar la enfermedad, incluso no pueden ver a las personas a su alrededor, por lo que se debe acudir con un especialista, ya que la enfermedad puede estar avanzada.

El especialista indicó que la jefatura de Prestaciones Médicas del IMSS ha implementado acciones para detectar de manera temprana la deficiencia visual y ceguera que causa esta enfermedad, a fin de recibir un tratamiento oportuno que permita a los derechohabientes conservar su visión.

Esto tiene como objetivo la detección de pacientes con factores de riesgo ante este padecimiento, el cual se lleva a cabo tanto en las unidades de Medicina Familiar (UMF), como en los servicios de especialidades en hospitales de segundo y tercer nivel.

Rosales Tirado señaló que inmediatamente después se realizará una valoración por el especialista oftalmólogo a los pacientes con sospecha de glaucoma. Al detectarse casos nuevos se les prescribirán medicamentos por vía oral, ocular (gotas) y cirugía en casos severos para controlar la enfermedad, pues no hay una cura aún.