Luego del oscuro panorama de violencia que vive el país, donde ha quedado demostrado que el crimen organizado ha ganado el control de gran parte del territorio nacional, el arzobispo de Tuxtla, Fabio Martínez Castilla, pidió a las autoridades tomar en serio la seguridad de la población.
Durante su mensaje dominical, el prelado expuso que la violencia ha rebasado todas las instituciones, incluyendo el Ejército. “Es un panorama de cual somos todos responsables, nos compromete a todos, desde la familia creamos violencia con gritos, mentiras, con la manera de decir las cosas”.
La sociedad promueve la violencia, los gobernantes realizan discursos de ataques hacia ciertos países, todo eso provoca violencia, ya que van creando una actitud negativa y crea desesperanza en el corazón de las personas, agregó.
Por esta situación que se vive indicó: “Todos tenemos que buscar caminos de solución. Hasta que no haya fuentes de trabajo, la gente seguirá buscando ventanas para buscar o encontrar qué comer, en las que a veces tendrá que robar, tendrá que secuestrar, incluso tendrá que matar, no por querer matar, sino por querer comer”.
Por ello dijo que “el llamado es desde las instituciones, tenemos que procurar que haya legalidad, que haya estado de derecho, no únicamente con fingir que no hay problemas. Yo sí hago una invitación para que el gobierno tome en serio la seguridad de nuestro pueblo, la seguridad que tenemos, le pedimos que dialogue con las instituciones que tenemos, como son las escuelas, las iglesias, porque todos somos responsables”.
Expuso que el gobierno nunca ha podido ni podrá resolver el tema, “tampoco debe usar la violencia porque no es el camino, ya que será un choque mayor que afecte a la población, por eso hay que buscar un camino, y al encontrarlo debemos seguirlo”.
Reconoció que la violencia es un río grande que se ha desbordado y está fuera de control, arrasando todo a su paso, “por ello es de suma importancia que las instituciones como el Ejército y la Marina sean revaloradas, colocarlas en un lugar mejor que el que antes tenía”.
“Si no hay caminos de solución, esta violencia seguirá desbordada, está descontrolada; el problema está a la vista y no debemos esperar hasta mañana para hacer algo”, concluyó.