Ganaderos de este municipio comienzan a resentir los efectos de la temporada de estiaje. Los principales ríos se han secado, y por consiguiente, los pozos de donde se extrae agua para el ganado.
Alonso Barba, presidente de una de las asociaciones ganaderas en este municipio, indicó que algunos de los socios se han preparado con silos para poder brindar alimento costeable a sus animales, pues adquirir granos en este momento no es conveniente por su alto costo.
Consideró que la falta del vital líquido obligará a muchos productores de ganado a vender la totalidad de sus animales, incluso a un bajo costo por kilo a sus compradores, pues de otra manera no podrán sustentar las necesidades básicas de la producción en sus ranchos.
Indicó que, en consecuencia, habrá un impacto en los bolsillos de los consumidores con un incremento de precios en productos cárnicos.
El dirigente ganadero señaló que hay una evidente falta de cabezas de ganado en la zona, por lo cual las autoridades correspondientes deben promover estrategias que apoyen a este sector tan lacerado y así lograr repuntar la producción ganadera.
Destacó que los productos lácteos han sufrido incrementos en sus precios por la escasez de leche, base de su elaboración.