Gran celebración de la Santa Cruz en Terán

Desde la madrugada los cohetones resuenan en las calles de la delegación Terán, las cruces decoradas desfilan por el atrio y los pasillos de la iglesia a donde acuden miles de personas a celebrar una de las festividades más importantes dentro del calendario ritual católico: el Día de la Santa Cruz.

A las afueras de la parroquia que lleva ese nombre, los “hojeros” y feligreses realizaron con espadaña y flor de mayo una cruz de aproximadamente tres metros, mientras las personas bailan al son de la marimba que resuena con fuerza al interior de la iglesia.

Centenario y muy arraigado, este día también es dedicado a los trabajadores de la construcción, oficialmente se celebra el Día del Albañil, en el que desde el más renombrado arquitecto hasta el peón más humilde conviven y comparten alimentos y cervezas todos los que trabajan en una obra y cuya fiesta implica que se levante una cruz en las construcciones en curso y se mande a dar una misa y se realice una gran comida para agradecer a Dios por el trabajo.

Sin embargo, en Chiapas, estas celebraciones tienen reflejos de costumbres ancestrales y que se explican, tal vez, por la coincidencia de los primeros días del mes de mayo con un momento especial del ciclo agrícola del maíz.

Vínculo con el maíz

Esto de acuerdo con el historiador del Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH), Heriberto Ramírez, quien detalla que esta fiesta se relaciona con el maíz y los rituales de las cosechas por parte de los prehispánicos y con el encuentro de la santa cruz en Jerusalén.

Las fiestas prehispánicas o rituales que realizaban las culturas precolombinas para pedir por las lluvias y solicitar una buena cosecha al inicio del ciclo agrícola coincidía temporalmente con los primeros días de mayo, por lo que se cree se realizó un sincretismo por parte de los evangelizadores cuando llegaron a tierras mexicanas.

Es así que durante la Colonia el ritual prehispánico para la petición de lluvia a Tláloc, dios de la lluvia, se transformó en rezos para las buenas cosechas y se incorporó a la devoción de la Santa Cruz.

Fue a partir del siglo XX cuando la gran fiesta de petición para la buena cosecha se vinculó con mayor fuerza a la actividad de la construcción, tanto en los pueblos rurales como en las ciudades.

Los teranieños celebran durante una semana esta fecha, la feria reluce en el parque de la delegación, y en las canchas las mujeres bailan y tejen joyonaques para dar continuidad a esta centenaria celebración.