En el marco del Día Internacional de la Eliminación de la Violencia contra la Mujer, organizaciones, colectivos y la Red de Mujeres Empleadas del Hogar coincidieron en señalar “que la violencia sexual hacia las mujeres trabajadoras del hogar está normalizada y se agrava por la falta de acceso a atención médica y psicológica, el temor a represalias por parte de las personas empleadoras y la necesidad de mantener un ingreso”.
Esto las lleva a seguir trabajando y, en algunos casos, viviendo en el mismo domicilio donde son violentadas, por lo que hicieron un llamado a la acción pública y gubernamental para la atención que amerita el tema. Lo anterior fue informado durante el encuentro que tuvieron, ayer viernes, en San Cristóbal de Las Casas.
En un amplio comunicado dieron a conocer que en México la violencia sexual es un problema poco reconocido, dado que solo una de cada 10 trabajadoras del hogar notifica a alguna autoridad el enfrentar situaciones de conflicto laboral, maltrato, discriminación o alguna manifestación de violencia sexual.
Datos de encuesta
Según la Encuesta Nacional sobre la Dinámica de las Relaciones en los Hogares (Endireh 2022), el 78.6 por ciento de las mujeres que viven violencia sexual no solicitó apoyo, mientras que el 94.4 por ciento no denunció la violencia sexual por temor a represalias, a la pérdida de su empleo y a la revictimización o culpabilización, así como por la falta de información sobre las instituciones a las que se puede acudir.
Denuncian que la violencia sexual que enfrentan las trabajadoras del hogar se puede manifestar como abuso, hostigamiento e incluso violación, lo cual “exige una atención urgente al poner en grave riesgo la salud y bienestar de las mujeres, quienes además enfrentan condiciones de precariedad laboral”.
Indican que las manifestaciones de violencia sexual más frecuentes que identifican las trabajadoras del hogar son: contactos corporales de naturaleza sexual no consentidos durante su jornada laboral; solicitud de vestir ropa con connotación sexual mientras desarrollan sus labores; ofrecimiento de dinero e incrementos salariales a cambio de relaciones sexuales; comentarios no requeridos sobre su aspecto físico, y amenazas de despido si se niegan a tener conductas de tipo sexual (OIT, 2022).
Desinformación
Aunado a ello, se señala que “es un problema social poco visibilizado, en el cual no existe suficiente investigación, datos ni atención pública sobre este tema. En muchos casos las trabajadoras del hogar no cuentan con información clara y suficiente para reconocer que enfrentan violencia sexual, debido a que hay limitado acceso a información sobre los servicios, leyes e instituciones a las que pueden recurrir en caso de vivir violencia sexual”.
Este —afirman— ha sido el tema central de los planes de incidencia que ha coordinado el Instituto de Liderazgo Simone de Beauvoir (ILSB), y que han implementado en sus estados organizaciones de trabajadoras del hogar como el Colectivo de Empleadas de los Altos de Chiapas y Tzome Ixuk, en Chiapas, para combatir la violencia en los espacios laborales.
Precisaron, entre otras cosas, que este 25 de noviembre, en el marco del Día Internacional de la Eliminación de la Violencia contra la Mujer, se realizará a las 11:00 de la mañana, en el mercado municipal de Las Margaritas, Chiapas, una pinta de bardas con mensajes clave para visibilizar la violencia sexual hacia las trabajadoras del hogar.