Grupos de mujeres contribuyen a la innovación

A través de la agricultura sustentable las mujeres del campo se convierten en un pieza fundamental para construir sistemas resilientes e incluyentes. Uno de los ejemplos más representativos es el grupo de mujeres indígenas tsotsiles de Tzabaló, en Larráinzar, que han trabajado durante años en la cría de puercos y pollos.

Visibilización

Con su enfoque transversal en género e inclusión social, la iniciativa regional latinoamericana AgriLac Resiliente, del CGIAR, muestra cómo estas mujeres han encontrado en el Hub Chiapas, del Centro Internacional de Mejoramiento de Maíz y Trigo (Cimmyt), una plataforma que les ha permitido contribuir significativamente al desarrollo de sus hogares y entornos.

Desde 2022, empezaron a trabajar con el Cimmyt y con DAI (Desarrollo Alternativo e Investigación AC). Han mostrado interés por las mujeres, ya que antes no pasaba; ahora les dan la oportunidad de aprender y así poder ayudar a sus esposos.

De acuerdo con sus testimonios, la oportunidad de capacitarse en agricultura sustentable ha sido transformadora. Antes, su participación en actividades agrícolas era limitada. Ahora, con nuevos conocimientos adquiridos están produciendo alimentos sanos y nutritivos.

La experiencia les ha brindado no solo autonomía en la toma de decisiones sobre sus alimentos, sino también un sentido de libertad y propósito al trabajar en el campo, donde el poder del trabajo en grupo también ha sido un factor importante en su éxito.

“Siempre es mejor trabajar en grupo, pero es necesario buscar a un buen líder que te guíe y te enseñe a trabajar. Como grupo hemos obtenido conocimientos que nos compartimos entre nosotras, aprendimos a podar los frutales, ya no quemamos el rastrojo”.