Habla Marcos sobre el reencuentro del viento y la montaña

El capitán Marcos, del Ejército Zapatista de Liberación Nacional (EZLN), difundió este jueves un comunicado sobre el reencuentro del viento y la montaña.

“Sí, el viento y la montaña parecen conocerse desde hace tiempo. Podría decirles la fecha exacta, pero no viene al caso… o cosa, según. Puede que no se entienda esa firme pero aparente resignación o resistencia: la montaña en soportar uno y otro zarpazo; el viento en su aparente replegarse, darse por vencido para regresar luego. Siempre lo mismo, siempre diferente”, dijo en un documento.

Agregó: “Pero no son estos atropellados requiebros los que le preocupan a la montaña. Ha visto peores, si es que le preguntan. No, las que le ocupan son las tormentas que llegan con trascabos, máquinas excavadoras, buscadores de minerales, empresas turísticas, fábricas, centros comerciales, trenes, gobiernos que simulan ser lo que no son, destrucción, muerte. En suma: el sistema”.

En el documento titulado ¿recomenzamos?, difundido este jueves en la página oficial del EZLN (Enlacezapatista), abundó: “Sí. Se volvieron a encontrar el viento y la montaña. Pero esta vez fue diferente. La madrugada había alargado su llegada, sofocada tal vez por el calor, pero al primer rayo rajando el huapác, se presentó de inmediato con una lluvia como bofetada”.

Finalmente, señaló que “no, no les diré la fecha exacta de su primer encuentro. Pero digamos que se conocen de tiempo atrás, que el gesto escéptico y la mueca de desprecio de la montaña ante los primeros rayos y ventarrones es algo ya rutinario. Lo mismo la insolencia del viento al arrancarle a la montaña, a fuerza de lluvias, vientos y truenos, mechones de la verde cabellera. Los arañazos que con torpe pasión lanza el viento, heridas como zanjas acuosas, no alcanzan a atenuar el acre rechazo del monte. Se encuentran, se desencuentran, y, al cabo, terminan por abrazarse y despedirse sin promesas, ni confesiones. Una compleja relación que mucho tiene de aceptación y de rechazo. ‘Amor’, pues”.