A pesar de la creciente exigencia del inglés en el mundo laboral, de acuerdo con el instituto cultural British Council, apenas el tres por ciento de la población en Chiapas domina este idioma, colocando al estado entre los más rezagados del país, donde el promedio nacional apenas alcanza el cinco por ciento; el rezago educativo, la falta de infraestructura digital y la escasa capacitación docente profundizan una brecha, marginando a miles de estudiantes de oportunidades globales.
Este bajo índice tiene raíces profundas; el Consejo Nacional de Evaluación de la Política de Desarrollo Social (Coneval) reportó que más del 50 % de la población en Chiapas vive en condiciones de rezago educativo.
Brecha digital
A ello se suma la brecha digital, ya que según el Instituto Federal de Telecomunicaciones (IFT) solo el 47.2 % de los hogares cuenta con acceso a Internet, una herramienta fundamental hoy en día para el aprendizaje de cualquier idioma.
El problema va más allá de la conectividad, la Encuesta Nacional sobre Disponibilidad y Uso de Tecnologías de la Información en los Hogares (Endutih) reveló que solo el 15 % del personal docente en educación básica ha recibido capacitación formal en enseñanza de lenguas extranjeras.
Esto ha dado lugar a un sistema educativo donde el inglés, si se enseña, apenas se toca de manera superficial y sin las herramientas pedagógicas adecuadas.
Incluso en zonas urbanas como Tuxtla Gutiérrez, capital del estado, el dominio del inglés es limitado.
De acuerdo con el English Proficiency Index 2023-2024, la ciudad obtuvo apenas 448 puntos, posicionándose entre las más rezagadas a nivel nacional.
Esto, en comparación con el promedio en otras capitales estatales que rondan alrededor de los 520 puntos.
Turismo, un factor de aprendizaje
Por otro lado, en destinos turísticos como Palenque o San Cristóbal de Las Casas, el contacto cotidiano con visitantes extranjeros ha impulsado un aprendizaje más práctico, aunque informal y autodidacta del idioma.
En una entidad donde el 28 % de la población habla una lengua originaria el sistema educativo se encuentra en una crisis, ante la falta de un modelo intercultural que valore esa riqueza lingüística e incorpore el aprendizaje de otros idiomas, como el inglés, desde un enfoque integrador.
