El saqueo de aves silvestres es un delito. De acuerdo a Ivonne Guillén, de la Comisión Nacional de Áreas Naturales Protegidas (Conanp), la extracción de su entorno y transporte-posesión y acopio de estas especies se castiga de uno a nueve años de prisión, así como multas que van desde 200 mil pesos.
14 de los 21 psitácidos de México están distribuidos en Chiapas, y cinco de estas se encuentran en peligro de extinción, seis más se amenazadas y otras tres están sujetas a protección ambiental.
Nuestro país ha adoptado la protección de psitácidos, familia que engloba a los loros, pericos y guacamayas, mismas que se encuentran en la lista de la Norma Oficial Mexicana 059- SEMARNAT-2010.
Esto a través de un programa que nació en Chiapas y absorbió la comisión, que lleva por nombre “Plumas Pintando Cielos”, el cual se forja tras identificar que a nivel nacional se extraen de los espacios naturales y de forma ilegal entre 60 y 78 mil loros cada 12 meses.
Riesgos en el manejo
De estos, en promedio, el 75 % de las especies extraídas de sus hogares mueren en el manejo, pues la mayoría suelen ser polluelos, no están bien alimentados y no cuentan con los cuidados ideales durante los traslados.
Ivonne Guillén explica que estas especies también se encuentran en la Lista Roja de las Especies Amenazadas de la Unión Internacional para la Conservación de la Naturaleza.
Si bien la extracción de esta especie es la principal causa de su reducción poblacional, también hay una alta incidencia en la destrucción de sus hogares, es decir, bosques y selvas.
La ambientalista invitó a proteger y no comprar a “los loros, pericos y guacamayas”, pues es fundamental y bello “dejarlos libres”.
En Chiapas, el psitácido más amenazado es el loro nuca amarilla, del cual el 90 % de su población se ha visto reducida debido al tráfico ilegal para el comercio de mascotas, así como la destrucción del 79 % de su área de distribución original.