México ha incrementado el número de personas que viven con VIH pasando de 230 mil en 2010 a 360 mil en 2021, por lo que es fundamental seguir difundiendo la importancia de realizar la prueba de detección para tener una mejor calidad de vida posterior al diagnóstico y así también frenar el número de nuevas infecciones.
Desafíos
Aunque el estigma, discriminación y falsas creencias representan desafíos importantes para el diagnóstico del VIH, actualmente las personas cuentan con mejores herramientas que facilitan un diagnóstico más expedito, tales como la autoprueba, recientemente aprobada en nuestro país.
Adaliz Chavero, de Gilead Sciences México, comentó que dicha prueba puede ayudar a tener un diagnóstico temprano con mayor privacidad y recurrir a los grupos comunitarios o al médico tratante para una pronta vinculación a tratamiento.
Datos de ONU/SIDA revelan que en México se estima que solo siete de cada 10 personas que viven con VIH conocen su diagnóstico, por ello las pruebas rápidas representan también una oportunidad para conocer, con privacidad y confidencialidad, el diagnóstico y sobre todo sin estigmas ni discriminación.
Un estudio conducido en cinco regiones de México arroja que el Área Metropolitana de la Ciudad de México tiene la prevalencia más alta de VIH entre hombres que tienen sexo con hombres, 20 % comparado con 0.3 % para la población adulta general.
Debe prevalecer el compromiso de las instituciones y fortalecer la difusión de información sobre el VIH ante desafíos tan importantes que representa la pandemia de esta enfermedad, surgida en los años 80, para la cual se trabaja constantemente en la investigación y desarrollo de innovaciones científicas.
Destacó que debe haber también un trabajo conjunto para frenar la discriminación y el estigma que impiden el diagnóstico temprano, “con alianzas para ayudar a que los grupos comunitarios puedan acceder al tratamiento que hoy por hoy es universal”.