Hipersexualización vulnera integridad de niñas y niños

La hipersexualización de niñas, niños y adolescentes es un fenómeno que se manifiesta en diversas formas establecidas como estereotipos por parte de los medios de comunicación y la publicidad, adoptados con la creencia de que dan mayor valor a la identidad de los menores de edad, como en el caso de cierto tipo de vestimenta para que se vean como una persona adulta, el controlar su peso corporal o tener comportamientos “maduros”.

Leticia Pérez de la Cruz, psicoterapeuta de la infancia y adolescencia, explica que muchos padres se dejan llevar por esos estereotipos, al vestir a sus pequeños hijos como lo haría un adulto o llevándolos hacia un comportamiento ina-decuado para su edad, por ejemplo, a la hora de bailar, los inducen a movimientos con connotaciones sexuales, o bien, al preguntarles si ya tienen novio o novia.

El concepto de la hipersexualización infantil fue introducido en el estudio sobre sexualización y comercialización de la infancia, elaborado en 2011 por Greg Bailey, del Reino Unido, y lo define como la sexualización de las expresiones, posturas o códigos de la vestimenta considerados como demasiado precoces.

¿Por qué los padres y madres caen en este tipo de comportamientos?

Una de las razones es que la publicidad y los medios de comunicación fomentan la idea de que al vestir de cierta forma a los niños, da un sentido de pertenencia, al seguir una tendencia, la cual es en general “adulto céntrico”, es decir, que no considera las necesidades reales de los niños.

Muchos, incluso, se concentran en controlar el peso corporal de los niños y niñas, bajo la creencia de que no pueden engordar porque se ven mal, ni siquiera por una cuestión de salud. Algunos padres los someten a dietas o jornadas de ejercicio, sin la asesoría pertinente.

¿Cómo afectan estas conductas a los niños?

Los niños, niñas y adolescentes pueden desarrollar problemas serios de salud física, como la bulimia y la anorexia, preocupados por su imagen corporal y por la falta de atención a sus emociones. Esto los lleva también a tener problemas de autoestima, por no coincidir con la imagen que manejan los medios.

En 2020, el Sistema Nacional de Protección de Niñas, Niños y Adolescentes publicó algunas recomendaciones para evitar conductas que incentivan a niñas y adolescentes a usar maquillaje, vestimenta o accesorios que las hagan ver como una persona adulta; preguntarles si tienen novia o novio o decirles que siempre deben verse bonitas o guapos.

También fomentar expresiones o bailes con movimientos sexuales; besar sus bocas o ejercerles presión para besar a alguien, incluso a un familiar, ya que advirtió que la hipersexualización puede dar lugar a otras formas de violencia, cada vez más graves, como un abuso o violación sexual.

¿Por qué afecta en la sexualidad de los niños?

Es importante entender que un niño o niña no tiene claro el concepto de un novio o novia, esto a su vez genera problemas con la identidad sexual; tampoco tienen claro hasta dónde deben permitir ser tocados, que ellos pueden poner límites, eso lo deben aprender, pero si no lo hacen de forma correcta, se vuelven vulnerables.

Analizando el mundo en general, los adultos nunca se ponen a la altura de los niños, sino que ellos se tienen que integrar al mundo, conceptos, formas de ver la vida, valores, conductas, sin entender que ellos tienen necesidades diferentes.

La publicación “Percepciones y prácticas de los jóvenes de secundaria ante la hipersexualización y sexualización temprana”, de la Universidad de Quebec, lo refiere como el reducir la identidad individual sólo a su dimensión sexual, o dar carácter sexual a una conducta o un producto que no lo tiene.

La psicóloga enfatizó que hay cosas que sí se tienen que hablar como la educación sexual, que no es hipersexualización, simplemente es hablar de lo que es, del cuerpo humano, de los cambios físicos que se presentan, los procesos de desarrollo, de una sexualidad segura a cierta edad, entre otros puntos. “Corresponde a los padres aprender sobre los niños, sobre educación sexual, sobre nuestros propios problemas, nuestras percepciones, analizarnos, porque nuestros comportamientos son los que vamos a transmitir a los niños”.

“Lo importante es tener información sobre el desarrollo infantil, sobre educación sexual, es decir, hacer lo correspondiente a cada etapa, y respetar los procesos de los niños”.

“No está mal querer vestir de cierta forma o seguir una tendencia, pero se debe analizar si lo hacemos bajo la creencia de que eso nos hace ser mejores o si es correcto y/o permisivo”.

“Es importante aclarar que no es lo mismo la hipersexualización, el querer que un niño adopte cierta imagen y comportamiento, a la educación sexual. Es contradictorio que un padre no quiera enseñar a su hijo o hija de educación sexual”.