Hojuelas: dulce y crujiente tradición
La receta para elaborar este dulce crujiente ha pasado de generación en generación. Karla García / CP

Las hojuelas son un postre muy popular en diciembre y se relacionan con el ritual del nacimiento del niño Jesús; su exquisitez se puede prolongar hasta inicios de febrero, pues en el transcurso de enero hasta el día de la candelaria, diversas familias acostumbran a repartirlo como platillo, luego de la conmemoración de la sentada del niño Jesús.

Durante dos meses, en diversas calles de la capital chiapaneca se pueden encontrar, afuera de las puertas de las casas, huacales, cajas y canastas llenas de bolsitas transparentes cerradas con cuatro hojuelas y su particular miel, hecha de agua canela y azúcar para aderezarlas.

Historia

Las hojuelas tienen su origen en España y, derivado de la conquista, los países latinoamericanos también la adoptaron. Se dice que donde más auge tiene es en Colombia, pero ahí se elaboran en Semana Santa, al igual que en Chile; pero en otros países, como en México, es tradicional que se realice de diciembre a febrero; cada uno con sus particularidades en el modo de su preparación.

Elaborado por generaciones

Debido a que su preparación data desde hace mucho tiempo, la receta para elaborar este crujiente dulce ha pasado de generación en generación, por lo que podemos encontrar a personas muy famosas por ciertos rumbos de la ciudad, o en otros municipios donde por años lo han elaborado.

Uno de estos casos es el de Luis Alejandro Vázquez Aguilar, quien hace 22 años se ha dedicado a preparar hojuelas. Sus abuelos y su madre fueron quienes le enseñaron, para después convertirse en un negocio familiar durante la temporada decembrina.

“Aprendí a la edad de 11 o 12 años. Me enseñaron mis tíos, abuelos, y mi madre. Para mí significa más que nada una tradición, un recuerdo de lo que somos”, expresó Luis Vázquez, quien junto a su familia instala en su negocio, junto a las hojuelas, la rica miel de canela, así como buñuelos y curtidos como nanchi y jocote, remojados en mistela, que es una especie de licor dulce para celebrar al niño Jesus; todo este surtido está sobre la 2ª Norte, muy cerca del Parque de la Marimba de Tuxtla Gutiérrez.

Otra persona muy conocida por llevar la enseñanza de sus padres en la elaboración de las hojuelas es doña Manuela del Carmen Martínez Ramírez, que por más de 50 años se ha dedicado a la elaboración de hojuelas y hoy deleita los paladares de sus vecinos en la colonia Chapultepec.

Para doña Manuela, las hojuelas son conocidas como pañalito de niño, nombre que se relaciona al nacimiento del niño Dios y cuya elaboración es una forma de venerarlo.

Con ayuda de sus hijas ponen manos a la obra para elaborar estos cuadrados hechos de harina, huevo y aceite, que se fríen en sartenes llenos de aceite hirviendo.

Más que un deleite

Más que un deleite al paladar, las hojuelas son postres que, para muchas personas le saben a hogar, a familia, a infancia, a recuerdos de alegría de cuetes, triques y risas de que ya nació el niño Dios y es hora de celebrar con un plato de hojuelas.

Se dice que las tradiciones religiosas están por desaparecer, pero mientras haya una tradición conectada con un dulce sabor como el de las hojuelas y estas se vendan incluso fuera de su temporada, como suele encontrarse en marzo o en octubre y tan accesible como un bolsa de cuatro rebanadas a 25 y 30 pesos, habrá hojuelas para muchas generaciones más en nuestra capital.