Hongos ayudarían a desintegrar el caucho residual

En México se desechan alrededor de 40 millones de neumáticos al año, sin embargo, solo el 2 % se recicla, mientras que el 91 % termina en tiraderos clandestinos. Investigadores del Tecnológico Nacional de México, Campus Tuxtla Gutiérrez (TecNM/ITTG), trabajan en un proyecto que consiste en la degradación del caucho utilizando hongos.

El profesor e investigador del Departamento de Ingeniería Química y Bioquímica, Samuel Enciso Saenz, expuso que se trabaja en la investigación “Evaluación de la remoción de Caucho por Hongos Lignoceluloliticos”, en el cual usarán caucho proveniente de neumáticos y probarán cuatro especies de hongos para investigar si estos son capaces de transfórmalos y utilizarlos para su propio crecimiento.

“Son hongos nativos de Chiapas y la idea es ver la capacidad de estos para remover hidrocarburos”, resalta el asignado a la Maestría en Ciencias de la Ingeniería Bioquímica, adelantando que ya han encontrado “un grupo de hongos capaces de remover los hidrocarburos”, e incluso son “capaces de alimentarse de ellos”.

El también delegado al Doctorado en Ciencias de los Alimentos y Biotecnología detalla que actualmente se está experimentado para probar si estos hongos son capaces de transformar moléculas difíciles de purificar, pues al parecer lo han hecho con su maquinaria enzimática.

“Ahora, lo que intentamos ver es si estos hongos son capaces de hacer lo mismo con el caucho proveniente de los neumáticos”.

Impacto de la investigación

Sostuvo que esta investigación contribuiría a dejar de lado malas prácticas como quemar llantas para espantar mosquitos o quemas ilegales en tiraderos, debido a que ambas son “altamente tóxicas”.

Científicamente está demostrado que el humo de los neumáticos quemados puede causar cáncer, enfermedades mutagénicas, asma, enfermedades bronquiales y pulmonares, aunado al estrés; por otro lado, la contaminación que produce es visual, con daños al aire y los mantos freáticos.

El caucho proveniente de los neumáticos se convierte en residuos o desechos que, sin un buen tratamiento, son contaminantes que llegan a magnitudes inaceptables, no solo por el daño que se genera al medio ambiente, sino por la afectación que se produce en la salud de los seres humanos, así como gases que contribuyen al calentamiento global.

En este proyecto trabaja —de igual manera— Wendy Paulet Moreno Córdova, estudiante del primer semestre de la Maestría en Ciencias en la Ingeniería Bioquímica, quien refirió que “estamos también en el etapa donde se están reactivando las cepas porque no habían sido usadas aproximadamente un año, las cuales ya están listas para su uso”.

Remarcaron que este proyecto está enfocado en reducir el tiempo de vida del caucho residual, dado a que tarda cientos de años en degradarse.