Luego de tiempos complicados por la pandemia, los parachicos salen a bailar —al son marcado del tambor y los instrumentos de viento— a las calles de Chiapa de Corzo para homenajear a sus santos patronos; hoy rinden su devoción al Señor de Esquipulas.
Miles de personas visitan este Pueblo Mágico que se destaca por su gran belleza multicultural y sus acervos históricos, entre ellos la Fiesta Grande.
“¡Viva el Señor de Esquipulas y los santos patronos!”, se escucha entre el mar de monteras que recorren las calles coloridas llenas de hilaridad; el bullicio comenzó desde el 8 de enero con la salida de las chuntá.
Este día, devotos danzantes se fusionan con las arcaicas máscaras con facciones y peculiaridades que reviven a los antiguos españoles, además de la montera o melena de león elaborada de ixtle. El sonido de los chinchines anuncia la verbena.
Los parachicos son un símbolo de la cultura chiapaneca, llenando de alegría y gozo este gran festejo que se efectúa año tras año; solo siendo paralizada la tradicional fiesta en los momentos más álgidos de la covid.
A partir de hoy, los parachicos realizan diversas actividades: visitan a los patrones muertos en el panteón municipal, el tradicional llamado de feria, la salida de los carros alegóricos, entre otras actividades. El 23 de enero culmina el jolgorio con más baile y el cambio de prioste.