Iglesia preocupada por la situación de inseguridad

En su mensaje dominical, el obispo de Tapachula, Jaime Calderón, se refirió a la información socioeconómica, política y cultural del ambiente humano al cual sirve la Iglesia, que fue expresada durante la Asamblea Diocesana de Pastoral 2024 y afirmó que “es necesaria la oración personal y comunitaria al escuchar la voz quebrantada y dolorosa de los hermanos y hermanas que sufren especialmente la violencia ejercida por grupos violentos que se disputan territorios”.

“La situación que esos hermanos viven”, señaló, “es por el abandono de unas autoridades que han dejado a su suerte y con una presencia militar que solo es espectadora”; agregó que “en la escucha preocupada por la suerte que corren nuestros hermanos migrantes, nuestra madre tierra y la incierta y frenética lucha de poder por ascender al trono de los elegidos (servicios públicos)” y dijo tener la firme esperanza que “la última y definitiva palabra la tiene Dios y no es la muerte o la destrucción sino la vida y la vida digna para todos los pueblos”, expresó.

Expresan que la Jornada mensual de oración pide por la paz, consideran es esencial, “en el tercer domingo de enero que coincide con el de la palabra de Dios, la intención tiene como temática seguir fomentando la responsabilidad ciudadana de la participación”.

Afirma que la oración por la paz es importante porque allí se crea conciencia de que todo el pueblo de Dios en su conjunto está llamado por su bautismo a trabajar por la reconstrucción de la paz, reconstrucción que se alcanza con una mayor participación y corresponsabilidad ciudadana.