La producción de las 70 mil hectáreas de palma en Chiapas está en riesgo de perderse, debido a que las plantas procesadoras han dejado de adquirir la fruta por tener sus tanques llenos y los industriales refinadores en el país, no les aceptan el producto porque desde el año pasado vienen importando cantidades estratosféricas y sin pagar impuestos, lo que representa una competencia desleal para el sector nacional.
Las 13 plantas procesadoras que existen en la entidad -nueve en la Costa y Soconusco, dos en Benemérito de las Américas y dos en Palenque-, ya no tienen capacidad de almacenar más aceite y por ende, no pueden moler un kilo más; mientras que refinadoras solo hay una, pero esta únicamente recibe “aceite bronca” de productores de Centroamérica.
Es precisamente en la temporada alta de cosecha en que han dejado de recibir la fruta, que de dos mil 592 pesos la tonelada, los productores la están rematando en menos de mil pesos, pero aun así nadie la compra porque no la pueden procesar.
Ante ello, los representantes de la Asociación de Desarrollo Agropecuario del Soconusco con socios en Tapachula, Villa Comaltitlán y Benemérito de las Américas, Sergio Lucio Villalón y del sector social de palmicultores, Roberto Marín, advierten que se encuentran en una situación crítica por la importación de aceite.
Esa situación representa una competencia desleal para el sector nacional, por lo que urgieron a las secretarías de Economía (SE) federal y de Agricultura y Desarrollo Rural (Sader) su intervención para frenar el ingreso de aceite de palma y que la industria tome en cuenta al productor nacional.
Chiapas es el principal productor de aceite de palma, al contar con 70 mil hectáreas cultivadas en las regiones Costa, Soconusco, Selva y Norte, en donde se ubican 13 plantas que procesan unas cinco mil toneladas diarias de la fruta, pero ahora tienen sus tanques de almacenamiento llenos y no están comprando nada.
Cultivo estratégico
A esta actividad se dedican unos diez mil productores que generan 15 mil empleos directos y 80 mil indirectos, quienes ahora enfrentan una de las más severas crisis económicas por la falta de ingresos, además que la fruta se está pudriendo en las plantas.
La palma es el cultivo más redituable que existe en la actualidad en Chiapas, incluso mejor que el café y la economía de los municipios donde se produce están mejor.
Las importaciones se incrementaron el año pasado en virtud a que la cosecha nacional fue mala y al entrar con cero arancel, en el actual ciclo aprovecharon esa inercia, pero “nos afectaron a los productores que ahora tenemos suficiente producción y nos están sacrificando, porque no hay quien nos compre la fruta”.
Por ello, plantearon que la Secretaría de Economía federal intervenga y regularice la importación, además que obligue a la industria comprar a los productores mexicanos a los que ahora están sacrificando al permitir el ingreso de aceite de diversos países.
El sector palmicultor es uno de los que se enfrenta sólo a los problemas, porque carece de apoyos para la comercialización, de créditos y los pequeños productores tampoco tienen incentivos de programas como Sembrando Vida.
Es más, la palma ha sido utilizada para la reconversión productiva y en su siembra, al menos en la entidad, no se han derribado selvas y bosques.
Indican que el gobernador Eduardo Ramírez Aguilar, ya conoce la situación de los productores de palma y también de la situación nacional, al ser deficitarios de aceite y que se tiene que importar para cubrir la demanda, pero sin afectar al sector nacional y Chiapas es el estado número uno en el cultivo.
En la zona agroindustrial de Tapachula, muy cerca de Puerto Chiapas, se ubica la única refinería de aceites comestibles y sus derivados, pero desde que empezó a operar no ha adquirido un solo litro a los productores chiapanecos.
Se trata del Grupo Idealsa, de capital guatemalteco, que por el momento solamente utiliza aceite en “bruto” que trae de Guatemala y de otras naciones y tras refinarla la regresa para su comercialización en las naciones del Itsmo Centroamericano.
En esos países, se siguen ampliando las extensiones de cultivo de palma porque saben que en México está su mejor mercado y la cercanía les beneficia.
Puntualizaron que las grandes empresas del sector deberían dar valor agregado a los productos cosechados en el país y terminar con la preferencia a las importaciones.