Ante los periodos de presentación de la declaración anual de impuestos, Fidel Galván, miembro del Colegio de Contadores Públicos Chiapanecos, destacó la importancia de que las empresas cuenten con un contador público o especialista afín, para llevar en orden su situación fiscal y cumplir con sus obligaciones.
Mencionó que la Constitución Política señala como obligatorio que los mexicanos contribuyan para los gastos públicos de los tres niveles de gobierno, cuyas leyes reglamentarias para ello, son: Ley del Impuesto Sobre la Renta, del Impuesto al Valor Agregado, del Impuesto Especial sobre Producción y Servicios, así como el Código Fiscal de la Federación y la Resolución Miscelánea Fiscal.
Estas normatividades generan exigencias u obligaciones por cumplir, tal y como son la presentación de avisos, informes, reportes, declaraciones, ser sujetos de auditorías, determinación y pago de impuestos.
Esta obligatoriedad para el empresario, persona física o moral, complica iniciar o prosperar cualquier proyecto comercial o de servicio; sin embargo, el contador público es el profesional que, entre la gran variedad de áreas que maneja, tiene la de consultoría y negocios.
Funciones
El contador cuenta con diversos medios como vienen siendo la propia normatividad, asesoría al contribuyente, la procuraduría de la defensa del contribuyente, el compliance tributario, entre otros.
El plan de cumplimiento tributario puede contener 15 o más puntos, los más relevantes pueden ser la consulta de la Constancia de Situación Fiscal, la elaboración correcta de los comprobantes fiscales digitales, la verificación del cumplimiento de obligaciones fiscales, revisión del cumplimiento del SAT, habilitación del Buzón Tributario.
Otro punto es la identificación de riesgos de clientes y proveedores; este último se logra realizando una investigación de la misma antes de llegar a hacer operaciones con ellos, a efecto de verificar que todo se encuentre en el supuesto establecido en el artículo 69B del Código Fiscal de la Federación.
También deben tomarse en cuenta los factores de riesgo que se consideran para las empresas que facturan operaciones simuladas, como bien pueden ser las que no tengan empleados.