Por el delito de robo fue imputado el empresario de la construcción, Gustavo Flores, a quien se le sigue la carpeta de investigación 427/2017. El empresario utiliza como prestanombres de todas las triquiñuelas a su sobrino político Erick Romero Peimbert y a otros empleados a los que ha sacado del buró de crédito para que sirvan como prestanombres de empresas que son creadas para defraudar al fisco.
De acuerdo a una denuncia realizada por Alma Primavera Zatarain González, los dos empresarios se han coludido con notarios públicos para crear sociedades una y otra vez, comercializar viviendas dos o tres veces a distintas personas.
La denunciante presentó pruebas documentales de todos los actos de corrupción en los que han incurrido los constructores con el apoyo de notarios públicos como Limberg Noel Salazar Tello, Miguel de Jesús Solórzano Grajales, Rogelio Edgardo Robles Pereyra y Juan José Fuentes Pariente.
En este sentido, Zatarain González hizo un llamado al gobernador Rutilio Escandón Cadenas para que en el marco de la transparencia y la limpia de notarios públicos que ha hecho en la entidad, se investigue el actuar de los antes señalados, que han incurrido en acciones fuera de la legalidad en contubernio con funcionarios del Registro Público de la Propiedad.
Tras 12 años de haber iniciado un juicio por alimentos y por separación de bienes en contra de Gustavo Flores, señaló que ha logrado que este sea imputado por robo, aunque desafortunadamente el juicio se retrasó por la pandemia.
Relató que existen inconsistencias en diversas propiedades, lo que lo lleva a un fraude que asciende a más de cinco mil millones de pesos.
Refirió que la sociedad conyugal inició el 30 de mayo de 1987 por bienes mancomunados y finalizó en el 2013; en los años de matrimonio se llevaron a cabo obras públicas con distintas dependencias de gobierno, mismas que ascienden a un importe aproximado de 2,500,000,000.00 pesos, además de la venta de los fraccionamientos “Villas de San Cristóbal”, “San Cristóbal”, “La Arbolada”, “La Herradura” en San Cristóbal, “Antigua”, “La Cima”, “Las Flores”, La Perla”, San Agustín, entre otras.
Explicó que los terrenos que ahora son los fraccionamientos denominados “Villas de San Cristóbal”, “San Cristóbal”, “Antigua”, “La Arbolada” y “La Cima”, se compraron en su momento a nombre de Gustavo Flores, quien de manera fraudulenta durante el proceso legal de divorcio modificó todas las escrituras para no dividir los bienes en partes iguales como correspondía.
Señaló que la propiedad denominada “Cuchilla de Santa Rosa”, en su momento al formar parte de la disolución de la masa conyugal, Gustavo Flores mencionó que era terreno en breña que tenía un precio de 200,000.00 pesos, cuando esa propiedad ya era un fraccionamiento denominado San Agustín.
Destacó que este terreno es colindante con su padre Gustavo Flores Domínguez (prestanombres también de Flores) y mañosamente está inscrito en el RAN, pero paga predial como terreno en breña, lo cual es ilegal, pero las autoridades lo permiten.
Asimismo, Flores junto a su socio Erick Romero Peimbert venden casas dos o tres veces, lamentablemente muchas de ellas sin condiciones, modifican predios hasta diez veces, sin pagar por ellos, así lo han denunciado afectados de quienes iremos dando su testimonio, además de las empresas que han constituido para defraudar al fisco y a personas a las que les han comprado terrenos.