La incertidumbre y preocupación por parte del personal docente y padres de familia ante el inicio del próximo ciclo escolar, proyectado con clases presenciales, es una situación que contrasta con la posición del presidente de la República, Andrés Manuel López Obrador. Señalan que minimiza el incremento de nuevos casos que incluyen a menores de edad, de acuerdo al anuncio hecho en sus conferencias mañaneras.

Uno de los representantes de los comités de padres de familia de la frontera sur con sede en Suchiate, Javier Ovilla Estrada, afirmó que la postura de un gran sector de padres de familia se mantiene firme con no mandar a sus hijos a clases presenciales una vez que inicie el ciclo escolar 2021-2022, esto hasta que no se haya reducido el número de contagios y que el gobierno se haga cargo de las escuelas en adecuarlas con todos los servicios necesarios, además de desinfectarlas.

Aclaró que, en su declaración, el Gobierno Federal ha sido unilateral, ya que no se les ha preguntado a los padres de familia si están de acuerdo con que sus hijos regresen a las aulas, por lo que Ovilla Estrada amenazó que el gobierno no tiene ninguna autoridad para decidir si los padres mandan o no a sus hijos a la escuela.

Dijo que las escuelas se han mantenido por las cuotas voluntarias de los padres de familia y no porque el gobierno invierta en su mejoramiento; además, la Secretaría de Salud ha informado a los padres de familia que ellos serán los responsables de mantener desin-fectada la escuela y dotar al alumnado de gel antibacterial y cubrebocas, cuando la obligación es del gobierno.

Expuso que el coronavirus no está controlado a pesar de los esfuerzos de la Secretaría de Salud por vacunar a la población, ya que la frontera está abierta al paso de inmigrantes de Centroamérica, Cuba y Haití, mismos que transitan sin ninguna restricción, además las autoridades federales no se preocupan por establecer un cerco sanitario en la frontera.