Tortilleros de Chiapas tomaron este martes la planta procesadora de Maseca en el municipio de Ocozocoautla y las bodegas en otros municipios, ante el incremento anunciado a la tonelada de harina en 800 pesos para el mes de febrero.
Recordaron que en el último trimestre del 2021 se presentó un incremento desmedido de mil 600 pesos a la tonelada de harina de maíz.
Toda esta situación ha generado que este sector esté operando en números rojos. En Chiapas son al rededor de tres mil tortilleros regulados, pero existen cerca de seis mil tortillerías.
José Ramón Salazar Ballinas, presidente del grupo de Industriales de la Masa y la Tortilla en Chiapas “Somos Chiapas”, quien encabezó esta movilización en el acceso principal de la planta, señaló que estos incrementos no tienen justificación.
Agregó que en 2021 el incremento acumulado fue cerca de tres mil pesos, provocando que el costo del kilogramo de tortilla rebasara los 20 pesos.
Hace dos semanas se anunció a nivel nacional que para febrero se tiene programado el incremento de 800 pesos a la tonelada de harina.
En consecuencia, el precio de la tortilla tendrá otra alza, llegando así a 21-22 pesos; habrá lugares donde no le suban, otros le subirán más el costo.
Los manifestantes se dijeron cansados de esta lamentable situación en la que operan, sin que el gobierno haga algo, y en el caso de la Profeco, se ha mantenido omisa contra las harineras, pero puntuales en la verificación de las tortillerías formalmente establecidas.
Esta acción fue replicada en los municipios de San Cristóbal de Las Casas y Comitán de Domínguez, donde los industriales tomaron las bodegas de Maseca.
Salazar Ballinas sentenció en la protesta de Ocozocoautla que no se retirarían del lugar hasta que los directivos de la planta den la cara y expliquen el por qué de los aumentos.
Esta situación de indiferencia ha llevado al límite a los tortilleros de Chiapas, quienes aseguran que continuarán con estas acciones hasta que tengan atención de las autoridades estatales y federales.