En las últimas semanas las enfermedades respiratorias como la gripa y tos han incrementado de forma considerable. Es importante saber que estas deben ser tratadas de forma correcta o de lo contrario pueden desarrollar secuelas graves como afectar la audición y/o fiebre reumática.

James Gómez Montes, especialista en salud pública, explicó que las infecciones respiratorias se clasifican en dos: en vías respiratorias altas y bajas; las primeras empiezan desde la garganta hacia arriba, las segundas afectan los bronquios hacia abajo.

Las de mayor incidencia son las enfermedades de vías respiratorias altas, generalmente provocadas por virus. El organismo como mecanismo de defensa provoca inflación y, al estar conectadas las vías con los oídos a través de las trompas de Eustaquio, también se inflaman.

Por ello, en ocasiones cuando se desarrolla una gripa se presenta la sensación de oídos tapados, lo que los médicos llaman otitis, una infección por secreciones y el desarrollo de virus y bacterias; esto debe ser tratado de forma adecuada, y si se diagnostica que es bacteriano debe prescribirse antibióticos y un antinflamatorio.

Sin embargo, en ocasiones pueden desarrollarse secuelas porque el paciente no toma los medicamentos en las dosis ni por el tiempo adecuados. Un antibiótico, para que surta efecto, debe tomarse por lo menos durante cinco días, pero muchas personas lo dejan de tomar cuando desaparecen los síntomas, es decir, en dos o tres días.

Al hacerlo las bacterias desarrollan resistencias a los medicamentos y cuando se toman nuevamente ya no surten ningún efecto. Esto debido a que las dosis y el tiempo no fueron correctas y las bacterias se acostumbraron a ese antibiótico.

El especialista mencionó que para una gripa debe agregarse un antinflamatorio y cuando hay escurrimiento nasal un antihistamínico, que cierra ligeramente los vasos de la nariz.

Es importante decir que el 80 % de las enfermedades respiratorias son virales, por lo que no se debería prescribir antibiótico, solamente un tratamiento sintomático; a menos que el médico diagnostique la presencia de bacterias debe cambiarse.

Desafortunadamente, algunos médicos abusan de los antibióticos y los prescriben a todo paciente con gripa, aunque no sea infección bacteriana, por eso en ocasiones hay secuelas.