No hay una cultura del ahorro en el chiapaneco debido a los salarios que se perciben actualmente. El ingreso per cápita de cada ciudadano hace mucho más difícil el poder ahorrar, esto es un reflejo de la alta colocación de tarjetas de créditos que funcionan como una extensión para muchas personas y pueden satisfacer sus necesidades.
Crecimiento
El contador público certificado, René Cruz Montalvo, indicó que aún y con todos los aumentos que se han registrado en el salario mínimo, son pocas las personas que tienen la posibilidad de tener un respaldo financiero, como se registró en la Encuesta Nacional de Salud Financiera, hecha por el Inegi, que dice que solo el 35 % de los chiapanecos cuenta con un ahorro.
Claudia, quien es madre soltera de dos hijos que estudian la primaria, tiene un trabajo de oficina y sus ingresos son de alrededor de 10 mil a la quincena, el cual le resulta insuficiente para cubrir sus gastos. Dice que las compras de ropa, zapatos y otros las hace a crédito, no usa tarjetas bancarias para evitar el endeudamiento.
A ella, le es complicado ahorrar por esta situación, hace años ha querido planear unas vacaciones con sus hijos, pero le ha sido imposible por uno u otro motivo. Realmente su respaldo financiero es bajo. En ocasiones busca hacerse de un ingreso extra vendiendo algunos productos, pero es temporal y no es demasiado.
Encuesta
Hay que considerar que la misma encuesta dice que los chiapanecos requieren de un ingreso promedio de siete a siete mil 500 pesos para cubrir sus gastos; considerando los precios actuales de los productos básicos y servicios, hay una brecha importante que hace complicado el que puedan ahorrar.
Según el registro de la encuesta, también hay que considerar que al menos el 25-30 % de esos ingresos se destinan para pagar deudas, sin poder extender esa capacidad, de lo contrario, tendrían problemas para el resto de sus necesidades, por eso hacen uso de las tarjetas de crédito.
Dijo que muchos mexicanos para poder comprar muebles, electrónicos o electrodomésticos, utilizan las tiendas departamentales para adquirirlos a meses sin intereses, pero lo que hacen las tiendas, en este caso, es que si el cliente paga de manera desfasada cobra intereses bastante altos, de ahí obtiene sus ganancias.