Inicia la Jornada de Oración Mundial por las Vocaciones

El pasado fin de semana en la Iglesia católica se celebró el cuarto domingo de Pascua, llamado también del Buen Pastor, y en este contexto, como cada año, tiene lugar la Jornada Mundial de Oración por las Vocaciones, en su edición número 60, expresó el vicario general de la Arquidiócesis, José Luis Espinoza Hernández.

Recordó que en el año de 1964 el papa Pablo VI dio inicio a estas jornadas a través de la respuesta ante la petición que Jesús hiciera a sus discípulos: “Oren al dueño de la mies para que envíe trabajadores a sus campos” (Mt 9, 38). “Este año, el papa Francisco nos ha propuesto como lema de la jornada Vocación: gracia y misión”.

Llamado como don gratuito

Y actualmente, “el papa Francisco nos recuerda que la vocación es un llamado del Señor, pues para cada uno en el mundo de hoy es gracia”, un “don gratuito”, y al mismo tiempo un compromiso para ponerse en camino, para salir llevando el Evangelio, una tarea que es “fuente de vida nueva y de alegría verdadera”.

Espinoza Hernández sostuvo que el santo padre espera que todas las iniciativas previstas como parte de esta jornada de oración “puedan reforzar la sensibilidad vocacional en nuestras familias, en las comunidades parroquiales y en las de la vida consagrada, en las asociaciones y en los movimientos eclesiales”.

Y agregó que el papa espera “que el Espíritu del Señor resucitado nos quite la apatía y nos conceda simpatía y empatía para vivir cada día, regenerados como hijos del Dios del amor, capaces de llevar la vida a todas partes, especialmente allí donde hay exclusión y explotación, indigencia y muerte. Para que se dilaten los espacios del amor y Dios reine cada vez más en este mundo”. 

Por lo que, “como fruto de esa oración, son los jóvenes que ya están en formación en las distintas casas de nuestro seminario diocesano”.

En el marco de la celebración del 30 de abril, Día del Niño y la Niña, dijo que es un día para hacer conciencia de lo que dice el dicho “infancia es futuro”, de tal manera que “redoblemos esfuerzos en aras de un mejor bienestar para los menores, pues ellos necesitan de una atención desde el cuidado y la ternura”.