Ha iniciado el mes de octubre y los mercados de Tuxtla Gutiérrez comienzan a vestirse de naranja, morado, negro y todos aquellos colores que distinguen una de las festividades más importantes de México: el Día de Muertos.
Aunque falta un mes para dicha festividad, desde la última semana de septiembre, locatarios de los mercados de la capital chiapaneca sacaron los primeros artículos alusivos a esta festividad y también aquellos que pertenecen a Halloween.
“Ahora pa’ la escuela, los adornos (sic), ya faltando 20 días para el día primero empiezan con las máscaras, las calabacitas y los trajes. Los papás compran puro adorno para que los niños lleven a la escuela”, aseguró Verónica Pérez Bautista, locataria del mercado 5 de mayo.
además explicó que para el 15 de octubre, la gente comienza a preguntar por la existencia de otros artículos, especialmente para disfrazarse: “ropa, máscaras, sombreros de bruja, trinches de diablito”. Los costos de los disfraces, dijo, oscilan entre los 150 y 200 pesos.
Sin embargo, hay productos que se venden toda la temporada, pero en vísperas de Día de Muertos, los locatarios se surten en mayor cantidad.
Consuelo, quien se dedica a vender carbón e inciensos al interior del mercado 5 de mayo, explicó que al igual que los disfraces, adornos y suvenires, también incrementan sus ventas previo al Día de Muertos.
“Ya empezando octubre empiezan a venir a comprar gomita blanca, piedrita blanca como le decimos, el copal y la mirra”, expresó.
No obstante, hizo un llamado a la población a no perder los aspectos tradicionales, pues va disminuyendo el ritual que incluye la quema de inciensos y saumerios.
“No se pierda la tradición, porque ya ahorita ya no lo compran porque son de otra religión y ya no vienen a comprar, como se cambian de religión ya no lo usan, pero hay gente más grande que todavía tiene la tradición de los saumerios”, indicó.
Finalmente, distintos locatarios comentaron que, dentro de 15 días, veremos los mercados con más surtidos de otros productos como la flor de cempasúchil, piloncillo, calaveras de dulce y, entre los puestos de frutas, las tradicionales cañas de azúcar, calabazas y mandarinas.