Inició imitando voces, ahora es actor y productor

Inició imitando voces, ahora es actor y productor

Virgilio Cañaveral Villatoro se dedica a las producciones audiovisuales y al doblaje de voces, actividad a la que tuvo sus primeros acercamientos desde muy joven, cuando asistía a diversas convenciones de anime.

Respecto a cómo fue que se acercó de manera profesional al doblaje, Virgilio comentó que siempre le han atraído las películas y las voces que les ponen al doblarlas al español, las cuales a su parecer son muchas veces graciosas. Por esta afición, empezó de manera personal a imitar las voces de sus personajes favoritos.

A medida que continuó con sus estudios, fue acrecentándose su conocimiento sobre este arte y oficio, y sin dejar de frecuentar las convenciones, conoció a más actores de doblaje.

Sus estudios universitarios los cursó en la Universidad Autónoma de Chiapas (Unach). Cuando llegó el momento de hacer la tesis, decidió hacerla sobre algo que le gustara, para así poder disfrutarlo.

Aunque le gustaba el tema y siempre había practicado y tenía la suerte de conocer a muchos actores, desconocía las técnicas y el procedimiento de doblaje, pero para su fortuna varios de los intérpretes que conocía le abrieron las puertas de sus estudios.

Entre los actores que se mostraron dispuestos a apoyarlo se encontraba Salvador Nájar, conocido por haber doblado a “Pepe Le Pew” en la cuarta etapa de los Looney Tunes, así como al “Inspector Clouseau”, en La Pantera Rosa, además de la “Rana René” de Plaza Sésamo, entre otros. Él le regaló un ejemplar de su libro digital que había escrito sobre doblaje (el cual ahora está a la venta), y de ahí sacó gran parte de la información para su tesis, ya que -dijo- en las bibliotecas de Tuxtla no hay, solo en unas cuantas bibliotecas privadas.

Doblaje en Tuxtla

Como parte del trabajo final de su tesis, armado principalmente de manera autodidacta, empezó a hacer grabaciones a las que les ponía su voz; también puso voces de actrices amateur al capítulo de una serie, en el cual fue editor, productor y encargado del casting.

Virgilio relató que no fue fácil trabajar prácticamente porque hacía todo él mismo. Al no trabajar con actrices profesionales, en un capítulo de 23 minutos llegó a tardar tres meses; sin embargo, el proceso fue algo que disfrutó.

Búsqueda hacia el doblaje

Su revisor de tesis se mostró complacido con el trabajo y lo invitó a hablar sobre el doblaje ante otro grupo de estudiantes. Ese primer acercamiento se le dificultó. “No podía ni hablar”, comentó, pero luego notó que el discurso fluye cuando se maneja el tema.

Esa fue la primera de varias veces que dictó un taller sobre el tema que le apasiona y al cual quiere dedicarse. Sintió que conforme más talleres dictaba, era más dueño de sí mismo; pues como él comenta, hacer doblaje mejora las aptitudes discursivas y escénicas, ya que las mismas técnicas lo hicieron mejorar ante el público.

Virgilio comentó que hubiera querido estudiar doblaje, pero en Chiapas eso aún no es posible porque no hay escuelas como tal; sin embargo, azarosamente un extrabajador de estudios de doblaje de la Ciudad de México vino a radicar al estado de Chiapas y abrió un estudio en el cual ofrece cursos. Ahí reafirmó sus conocimientos, aprendió nuevos y le dieron esperanza de dedicarse profesionalmente al doblaje de voces.