Se prepara Tuxtla Chico para celebrar la fiesta de San Pedro Mártir y San Marcos, los días 28 y 29 de abril.
Esto es parte de la cultura y creencias centenarias de este pueblo que se mantienen vivas, que rinden culto con tradiciones en las que piden por buenas cosechas, salud y felicidad, en la que existen personajes importantes que dan colorido, magia y misticismo, son los “correlones” y los “negritos”.
Junto con los festejos a Santa María de Candelaria, el 2 de febrero, la fiesta de San Pedro Mártir es parte de la tradición religiosa de Tuxtla Chico.
Tradiciones milenarias
En esta última hay una familia que solicita la mayordomía, que consiste en coordinar los festejos, dar alojamiento a la familia y realizar la novena de rezos a los santos.
En estos festejos hay personajes únicos como los correlones, hombres montados en sus caballos que ese día lucen adornos espectaculares con distintivos como moños y flores multicolores que son bendecidos en la iglesia de Santa María Candelaria; los otros son los negritos: niños y jóvenes que se pintan de negro con carbón los rostros y portan en la mano una sonaja y en la otra un fuete con el que guardan el orden durante las carreras de caballos.
El participar tanto como correlón, en las carreras y, el sacrifico de los patos, como negrito, ayuda a mantener el orden. Ambas son promesas o mandas que tienen que cumplir los participantes por favores recibidos de la intercesión del santo, ya sea por salud, estudio, dinero, propiedades, amores.
En estos festejos se pueden observar también a las madrinas que hacen obsequios o adornan a los caballos para las carreras o el sacrifico de los patos que es una ceremonia pagana.
Asimismo, este día se realiza una representación de la guerra entre los colonizadores españoles contra los indígenas y esclavos africanos.
