Desde hace varios años los restaurantes tienen la obligación de cobrar el Impuesto al Valor Agregado (IVA) a todas las personas que realicen un consumo dentro del establecimiento. Sin embargo, hoy día mucha gente todavía lo desconoce y al ver desglosado el cobro en su ticket protesta y reclama.
La contadora pública Irma Pérez Cancino comentó que anteriormente era un rubro exento al tratarse de alimentos, pero ahora todos los establecimientos deben cobrar el 16 % correspondiente a dicho impuesto y reportarlo a la autoridad fiscal.
Es importante que las personas sepan que todos los restaurantes que cobran el IVA, no están haciendo algo ilegal. Es decisión del establecimiento si lo desglosa en el ticket de cobro o no, según sea su estrategia de venta, pero aunque no lo haga siempre lo cobra, incluido en el precio de los platillos para que el contribuyente no se dé cuenta de que lo está pagando.
Enfatizó que es totalmente legal que al momento de cobrar, en el ticket vaya desglosado el IVA, principalmente si el cliente solicita una factura ya que debe ponerse la cantidad correspondiente al impuesto y sobre qué monto lo están cobrando.
Únicamente, aseguró, si el cliente realiza un consumo con servicio para llevar este no grava IVA, pues solo cuando se consume dentro del restaurante aplica, y el cobro es correspondiente a la suma general de todos los productos consumidos, es decir, no se cobra por cada uno.
La especialista explicó que el IVA es un impuesto indirecto porque la empresa no es quien lo paga, sino los clientes o consumidores finales. El empresario lo que hace es presentar informes mensuales al Servicio de Administración Tributaria (SAT) sobre el IVA que pagó por sus compras y lo que cobró a su vez por el servicio o producto que vende, para calcular lo que debe pagar.
Mencionó que también existe desconocimiento por parte de muchos micro y pequeños empresarios sobre el IVA, ya que piensan que todo lo que cobran les va quedar a ellos, pero lo que pasa es que en sus precios no toman en cuenta el pago de dicho impuesto a pesar de los años que lleva esta obligación.
El dilema para muchos es que no realizan la administración correcta de sus ingresos, por lo que a fin de mes no tienen los recursos para pagar al fisco por el IVA. Incluso piensan que ese concepto sale de su bolsillo, pero quien lo termina pagando es el consumidor final.