Los Cameras: tercera generación de escultores

José Francisco Cameras Ocaña pertenece a la tercera generación de reconocidos escultores en Chiapa de Corzo. Durante 37 años ha creado figuras de tres metros de altura, detalladas de tal manera que, durante más de una década, hizo los carros alegóricos de 2022 enero en la Fiesta Grande de Chiapas y de otras festividades a nivel nacional.

“El gordo Cameras” -como es conocido en la ciudad- aprendió de manera empírica, contrario a su abuelo Galación Cameras Díaz, quien logró adquirir conocimiento en el Instituto Nacional de Bellas Artes.

Su padre, Manuel Cameras Pola, también fue un reconocido escultor, pero nunca enseñó a sus siete hijos sus conocimientos, fueron ellos quienes, además de heredar el arte, descubrieron sus pasiones y las pulieron con el paso del tiempo.

Inicios

Francisco Cameras, quien tiene su taller en el barrio San Miguel, inició a los 10 años ayudando a su padre y a su abuelo a cortar la madera para las esculturas. Después comenzó a encargarse de figuras de caballos, para luego dedicarse a la balconería artística y al mármol.

Pero tras cumplir 22 años, comenzó a trabajar de lleno en la escultura, y por su gran talento y reconocimiento popular, fue elegido por el Ayuntamiento de Chiapa de Corzo para realizar los carros alegóricos hasta ahora, con 59 años de edad.

En su taller llamado Francisco Cameras, resguarda decenas de figuras de todos los tamaños, en su mayoría mayores a los dos metros de altura. Tiene desde animales salvajes, carruajes, reyes magos, máscaras de parachicos, accesorios como el chinchín o toles, “solo tienen que traer la idea y aquí lo diseñamos”.

Antes realizaba los bocetos a lápiz con la ayuda del talento para el dibujo que heredó su hermano Miguel Cameras. En la actualidad, su hija Andrea Cameras es la responsable de presentar los diseños vía digital.

Todas las piezas que ha realizado causan en el escultor una peculiar satisfacción, pero -dice- que el encargo para realizar un dragón chino fue el reto más agradable al que se ha enfrentado.

Tardó cinco meses en elaborar la pieza, aunque no es la única con la que se ha llevado tiempo, pues un enorme jaguar y ocho elefantes también demoraron casi cuatro meses en ser elaborados a pesar del apoyo que tuvo en su realización.

Pero los ojos se le llenan de emoción al contar que el carro alegórico que más emoción le causó fue el de su hija —Andrea—, quien representó a María de Angulo.

Los carros alegóricos de Francisco Cameras no han sido apreciados únicamente en Chiapa de Corzo. Su arte ha viajado a La Concordia, San Cristóbal de Las casas, Escuintla, entre otros municipios chiapanecos, además de Ciudad del Carmen, Campeche y Coatzacoalcos, Veracruz.

El escultor lamentó que en estos tiempos las diferencias partidistas sean las razones para tomar en cuenta o descartar a los artistas que participarán con sus creaciones en la fiesta cultural de cada enero, pues es la razón por la que este año no fue parte del desfile conmemorativo del día 22.