El fin de semana, activistas feministas denunciaron un acto de agresión de un hombre contra una mujer en un conocido bar de Tuxtla Gutiérrez, pero más allá de la escena de violencia, ni la gerencia del lugar ni trabajadores intercedieron para evitarla.
Se trata del botanero “El Charrasqueado”, donde alrededor de las 20:00 horas un hombre comenzó a gritarle a una de las dos mujeres que lo acompañaban. El presunto agresor se puso de pie y arrebató la bolsa a la mujer.
“El señor estaba jalando el cabello de la pobre mujer, quien solo decía: ‘ya me hiciste un desmadre; vete, llévate todo pero déjame en paz’. Pero él la jalaba del brazo con fuerza para que se fueran juntos”, relató la abogada feminista, Gabriela Cruz, y testigo del hecho.
Mientras el hombre no sabía si irse o continuar con las agresiones, la mujer le gritaba a los meseros para que le ayudaran a recuperar sus pertenencias. En el “inter”, el hombre le dio un puñetazo en la boca.
“Todo esto pasó frente a los ojos de los meseros, que no hicieron absolutamente nada. Varias mujeres del bar y yo corrimos a auxiliar a las chavas”, mientras otras exigieron a los encargados del bar que accionaran sus protocolos.
Cruz explicó que se cometieron dos delitos en el establecimiento, pero ninguno de los trabajadores estuvo preocupado por lo sucedido, “ese lugar no es libre de violencia contra las mujeres”.
El botanero emitió un comunicado para argumentar que su personal está capacitado y mencionar que si no intervino es porque la mujer se los pidió, y ellos como comercio no tienen la facultad para retener a nadie y al parecer ni para llamar a la autoridad.
Gabriela Cruz recordó que hace algunos años la Secretaría para la Igualdad de las Mujeres implementó capacitaciones ante el contexto de violencia hacia las mujeres, por lo que cuestionó que dónde quedaron esos protocolos que por regla se deberían implementar.
De acuerdo al reglamento de verificación del Ayuntamiento de Tuxtla Gutiérrez, de 2019, la institución está facultada para dictar las medidas necesarias para preservar la seguridad, y por ende, debe vigilar que se cumplan las disposiciones.