Mientras no haya un cuerpo, “para mí Casandra está viva”

El 17 de diciembre de 2022, un grupo de encapuchados y armados secuestró a Casandra Arias Torres y a tres personas más, asistentes a una fiesta familiar. A cinco meses del hecho ocurrido en Berriozábal, la única declaración que integra la carpeta de investigación es la de Isabel Torres, su madre.

Isabel es una de las cuatro miembros que forman parte de Madres en Resistencia, quienes mantienen un plantón desde el pasado jueves 18 de mayo en la entrada de Palacio de Gobierno, donde colgó una lona de la ficha de búsqueda de su hija.

“El caso sigue igual, no han hecho nada, siguen en lo mismo, en la carpeta de investigación solo está mi declaración y es lo único que hay. Al contrario, las autoridades me preguntan a mí si ya sé algo”, expuso.

Isabel busca por su cuenta, incluso en otros municipios. En todo sitio en el que pueda existir la mínima pista de Casandra. Reparte y pega volantes, “no voy a parar hasta encontrarla porque mientras no haya un cuerpo, para mí Casandra está viva”.

A pesar de que Isabel recibió amenazas durante los primeros meses de la desaparición, nunca le proporcionaron medidas cautelares. Pero eso no la detuvo para buscar al presidente Andrés Manuel López Obrador, en su última visita a Chiapas.

Hace 15 días, recordó que le llamaron de parte de Rosa Icela Rodríguez, secretaria de Seguridad Pública y Protección Ciudadana (SSPC), para que inicien un proceso de revisión de la investigación de la Fiscalía General del Estado (FGE) de Chiapas.

“¡Viva la quiero de regreso!”

Se trata de una desaparición forzada, insistió Isabel, pues los encapuchados, además de armas portaban las siglas de la FGE. “Pero no han buscado ninguna declaración, ni investigación de sus elementos”.

Por la complejidad del caso, los testigos del secuestro de Casandra —precisamente invitados de la fiesta— no quieren hablar, “se han alejado, tienen miedo de que algo les pueda pasar”.

Isabel tampoco ha recibido apoyo del Ayuntamiento de Jorge Acero, pues el edil calificó de una simple riña el secuestro de Casandra, “cuando él ya tenía conocimiento de lo que había pasado”.

“¡Viva se la llevaron y viva la quiero de regreso!”, repitió Isabel en el mitin del quinto día del plantón de Madres en Resistencia, y que de no ser escuchadas advierten con iniciar una huelga de hambre.

El portón del edificio institucional fue cubierto con las imágenes de las cuatro jóvenes víctimas: Casandra, Paola, Karla y Jade. En las gradas colocaron cajas simulando ataúdes, además de tenis y unas zapatillas. También pintaron cruces rojas, al igual que en el pavimento donde hay rastros de otras protestas que se han dado en el proceso del plantón.