Beatriz Marisol Martínez Martínez fue víctima de violencia obstétrica el 17 de diciembre de 2018 en la Unidad Médica Rural (UMR) del ejido Tila, y a pesar de las denuncias correspondientes, aún no recibe la reparación del daño.
Es originaria de Nueva Esperanza, municipio de Tila. Había acudido a un chequeo por su embarazo, pero la médica del IMSS le dijo que no había problema alguno. Así que Beatriz confió en la especialista y regresó a su casa.
Pasando 15 días acudió nuevamente a la unidad médica, pero ahora le dijeron que el feto tenía dos semanas de haber muerto. Por este hecho existe una recomendación de la Comisión Nacional de los Derechos Humanos (CNDH).
Luis Abarca González, director del Centro de Derechos Humanos de Base Digna Ochoa, informó que existe una solicitud de intervención a la Comisión Ejecutiva de Atención a Víctimas (CEAV) en Chiapas.
Ayer, 24 de mayo, una funcionaria de la CEAV pidió que Beatriz se trasladara a Yajalón, a pesar de ser la víctima y de no tener condiciones para la movilidad, “su hijo tiene capacidades diferentes y pidió que sean los funcionarios quienes lleguen a la comunidad”.
“El IMSS institucionalmente negó los hechos y pretendió encubrir la negligencia. La CEAV ha sido lenta para integrar debidamente el expediente y determinar el monto que deberá pagar el IMSS-Bienestar como reparación del daño a ella y su familia”, dijo Luis Abarca.
A partir de su defensoría de derechos humanos solicitó a la CEAV celeridad para integrar el expediente y se dé la reparación del daño, “señalaron que estaban por integrar el expediente, pero han pasado varios meses”.
Desde el Comité Digna Ochoa esperan que la CEAV acuda para notificar que se integró debidamente el expediente y se designe el monto sin dilaciones, además cesen de revictimizar a Beatriz Marisol y su familia.