Persiste tráfico ilegal de vida silvestre

Los loros, guacamayas, pericos y en general el resto de los integrantes de la familia de los psitácidos, a los que se suman las tortugas, figuran como las especies más traficadas en Chiapas, revelan autoridades ambientales.

El tráfico ilegal de vida silvestre se encuentra considerado como un delito en la legislación ambiental del país. Se estipula como la extracción, acopio, transporte, comercialización y posesión de especies de flora y/o fauna silvestre, mediante la captura caza y colecta en contravención de las leyes y tratados.

De acuerdo con Mario Bermúdez, inspector de la delegación de la Procuraduría Federal de Protección al Ambiente (Profepa), el costo de una guacamaya en el mercado negro puede alcanzar hasta diez mil pesos, lo cual podría considerarse como un regalo, ya que el costo de un ave de la especie Ara macao, bajo términos legales, por medio de una comercializadora puede alcanzar los 50 mil pesos. Mientras más grande y más adulta sea el ave, puede ser más costosa, explica.

Especies como el mono araña son compradas por familias, que en muchas ocasiones los ven pequeños y visualmente agradables, pero en este sentido, Mario Bermúdez comenta que estas especies (primates) no se pueden comercializar.

En cuanto al tema del tráfico de huevos de tortuga desde la Costa de Chiapas, sostuvo que se da en una cantidad menor, ya que la mayoría de estos productos viene de Oaxaca, debido a que es en las playas de ese estado donde llegan a desovar la mayor cantidad.

Si en una noche llegan ocho o 10 tortugas a las playas de Chiapas, en las de Oaxaca se presentan más de 200 o 300, comentó.

Por lo que el tráfico se da en mayor medida desde la entidad vecina, alcanzando costos de 100 por docena de huevos en los restaurantes o sitios en donde se comercializan en el estado.

En este punto, el integrante de la Profepa señaló que las recomendaciones de la Secretaría de Salud (sobre lo peligroso que es el consumo del huevo de tortuga) son serias y deben ser tomadas en cuenta, ya que se han creado mitos alrededor del consumo de este producto, pero en realidad es un alimento con altos niveles de colesterol.

En caso de querer adquirir un animal de vida silvestre, exóticos o nativos, se debe hacer por medio de una comercializadora para no caer en la ilegalidad y exponerse a ser castigado de acuerdo a las leyes ambientales.

Pécaris y grizones son algunas de las especies que se comercializan de forma legal, pero señaló que no se aconseja tener animales de vida silvestre como mascotas, pues se les genera estrés y pocas veces llegan a vivir muchos años.

Mario Bermúdez expuso que en muchos de los casos en los que las corporaciones de emergencias realizan rescates, es porque quienes los tenían en posesión los liberan luego de haber sido víctimas de algún ataque, y esto se observa porque los animales no están acostumbrados al manejo de personas.