Ayer en la mañana se celebró la misa crismal, la cual estuvo encabezada por el arzobispo de Tuxtla Gutiérrez, monseñor Fabio Martínez Castilla, quien de manera solemne llevó a cabo el ritual católico frente a los presbíteros y diáconos de la arquidiócesis.
El sacerdote Gilberto Hernández García, responsable de Medios de Comunicación y de la Pastoral Social de la arquidiócesis de la capital, refirió que esta misa se celebra de manera anual y la particularidad es que en ella se bendicen los óleos que se utilizan para los sacramentos.
La bendición es al óleo (aceite) de los enfermos o el que se utiliza para preparar a los bautizados (catecúmenos) del mismo modo que se consagra el Santo Crisma, que se puede decir es el óleo principal que se utiliza en la consagración de los sacerdotes, con el que se consagra a los bautizados o también a los objetos o cosas sagradas, como los templos, los altares y el cáliz.
Explicó que en esta misa están invitados todos los sacerdotes, porque renuevan sus votos, además de que acuden los diáconos permanentes y los diáconos en tránsito (los que se están preparando para ser sacerdotes).
En el contexto de la Semana Santa, el sacerdote invitó a vivir de cerca estos acontecimientos que celebran, es decir, vivir el Triduo Pascual: la pasión, muerte y resurrección de Jesucristo.
De igual modo invitó a que en estos días se tome a bien considerar qué es el misterio central de la fe católica, que se viva con mucha devoción, con mucha entrega y con mucha apertura de corazón.
El Triduo Pascual incluye al Jueves Santo, día en que se va a celebrar la cena del Señor, “por lo que hacemos memoria de que Jesús instituyó la eucaristía y dejó el mandato del amor, además del sacerdocio ministerial”.
En el Viernes Santo de manera popular se celebra el viacrucis por la mañana y por la tarde, una celebración llamada la “pasión de la cruz”, la “pasión del Señor” o la “adoración de la cruz”.
El Sábado Santo se celebra la vigilia pascual, la cual es preparada por medio de varios símbolos como la luz y el agua, además de conmemorar la resurrección del Señor.