Una debacle en los negocios de los que era propietario llevó a Luis Peralta a transformarse laboralmente, pues asegura que era una cuestión de “renovarse o morir”.
Como jefe de familia, asegura que antes del 2019 era un emprendedor dedicado al negocio de los alimentos, pues es licenciado en Gastronomía y consideraba que tenía un futuro promisorio.
Dedicado a la venta de tacos, hamburguesas y banquetes para eventos, estaba acostumbrado a esa rutina, pero al llegar la pandemia por coronavirus, las ventas prácticamente se desplomaron en los dos negocios fijos que poseía así como los banquetes en los salones de fiestas, pues se quedaron sin fechas definidas.
A prueba y error
Comparte a Cuarto Poder que anteriormente había conseguido una motocicleta para el servicio de reparto de los negocios que tenía. Así que debido a la tensa situación, arrancó con la empresa de motocicletas de reparto “El Viajero”, a prueba y error.
De manera inicial fueron sus dos cuñados quienes contrató como empleados y así se hizo del contacto de un negocio de alimentos al que le prometió hacerse cargo del servicio de reparto por completo.
Uno de los errores que considera cometió, por inexperiencia, fue el establecer un cobro quincenal en lugar de un cobro por servicios, lo cual en algunas ocasiones le hizo perder ingresos y lo mismo al empresario que lo contrató; de tal manera que decidió pactar los cobros por cada entrega.
En 2020, el panorama de los repartos fue muy alentador, pues asegura que llegó a tener jornadas completas de más de 12 horas con repartos constantes. Si bien reconoce que durante el 2021 y 2022 se redujo el número de pedidos para atender, en este año se ha establecido en un nivel aceptable que le permite tener seis motorrepartidores disponibles.
Luis Peralta también comenta que uno de los retos que continuamente enfrenta al estar al frente de esta empresa de reparto es el cambio constante de sus empleados, pues muchos de ellos son poco responsables y acostumbran a no cumplir con los horarios.
Comparte que una de las reglas principales de su negocio es cuidar su imagen y durante la pandemia procuró que los integrantes de la empresa utilizaran cubrebocas; antes de entregar y recibir los alimentos debían de colocarse líquido antibacterial.
Los accidentes
Una de las constantes en este tipo de negocio es la probabilidad de un accidente. Reconoce que uno de los repartidores que estaba contratado en su empresa sufrió un percance de consecuencias fatales, pues terminó por perder la vida.
En este caso, aseguró, cuenta con un contrato firmado que lo exime de responsabilidades, puesto que los repartidores son propietarios de su unidad.
Con un horario de atención de más de 12 horas, comparte que ha tenido que dedicar un equipo celular a la atención de “El Viajero”, pues aunque tuvo el interés de delegar estas funciones a una persona empleada, sus envíos comenzaron a bajar, por lo tanto decidió seguir a cargo de manera personal.
Expectativas
Aunque sí analiza la posibilidad de llegar a nuevos lugares para atender con su empresa de entrega a domicilio, Luis reconoce que su actual interés es concretar mayor fortaleza en Tuxtla Gutiérrez y después expandirse.
También, aunque no lo comenta, hay que considerar que son muchas las empresas que se dedican ahora al reparto de alimentos, como también de distintos productos que llegan desde el centro del país, incluso desde el extranjero.
Hay familias enteras que ahora dedican todo el día, o una parte, a la entrega de paquetes. Organizan lo recibido y planean las rutas.
Al igual que hay personas que utilizan motos para ejercer este oficio, también hay quienes usan sus vehículos particulares: coches o pequeñas camionetas.
Por aplicaciones
Daniel comenta que comenzó a laborar en DiDi Food como una manera de obtener ingresos extra, que le permitieran complementar sus ingresos de un empleo con una jornada de ocho horas durante la mañana.
Detalla que al estar en espera de ser padre de familia no dudó en aceptar tal oportunidad laboral.
Comparte a Cuarto Poder que en la empresa de plataforma (app) que laboró tiene un horario limitado de servicios, además de que le permitió conocer lugares que son poco seguros para visitar, en especial en horarios nocturnos.
Decidió salir de esta actividad de reparto en moto por las condiciones de seguridad, pues la empresa no se hace cargo de prácticamente nada en caso de un accidente.
Una de las consideraciones que se tiene es un servicio de asistencia en caso de padecer un accidente, pero no va más allá en cuanto a la atención hospitalaria o la reparación de daños en la motocicleta.
Sobre el número de servicios, comparte que estos incrementaron en un tiempo, pero después se fueron reduciendo, aunque también apunta que sí se creó una cultura de la compra de alimentos por medio de plataformas y si bien la cantidad de servicios decayó, no regresó a su punto más bajo o al que se tenía allá por el año 2019.
Alex, quien también se dedica a esta labor por las tardes, asegura que tiene conocidos y compañeros que laboran durante todo el día y todos los días; obtienen ingresos de entre los 12 y 15 mil pesos mensuales, fuera de los gastos de combustible.
Agrega que las reparaciones de la motocicleta y lo molesto que es circular a lo largo de varias horas en la unidad son la factura que hay que asumir por este empleo.
Acepta, por otro lado, que el ingreso obtenido es superior al promedio del ingreso de un jefe de familia en Tuxtla Gutiérrez o en cualquier otra ciudad del estado de Chiapas.
Los grandes jugadores
La empresa Mercado Libre cuenta con un nuevo esquema de reparto de productos, pues mediante el servicio Mercado Envíos Extra permite ingresos a los propietarios de automóviles que deseen hacer el servicio.
En la zona Metropolitana de Chiapas, este mecanismo de autoempleo toma un sentido especial tras el anuncio de parte de la Secretaría de Obras Públicas (SOP) respecto a que el aeropuerto Ángel Albino Corzo contará con un hangar de carga o “hub de carga”, el cual permitirá atender a empresas de paquetería o envío de productos como Amazon, Mercado Libre, Estafeta, DHL y similares, las cuales movilizan mercancías por la vía terrestre.
El objetivo de atención de este proyecto es atender la zona sur del país y la parte más cercana de Centroamérica.
De acuerdo con la información existente, las personas que laboran como repartidores de Mercado Libre tienen una jornada de entre seis y nueve horas.
Los ingresos están estimados en un rango que va de los 650 a los 950 pesos por día, pero esto depende de la cantidad de servicios que se atiendan.