En el marco del Día de los Maestros, la Iglesia católica recomendó a los docentes “a poner en el centro la dignidad de las personas”, sostuvo el arzobispo de Tuxtla Gutiérrez, monseñor Fabio Martínez Castilla, quien luego de estar ausente por más de dos meses, dijo que estuvo en un proceso de recuperación de su salud, con resultados positivos.
En la acostumbrada conferencia de prensa dominical en el marco de este 15 de mayo, felicitó a las y los maestros en su día. “Quiero felicitar, pero, sobre todo, agradecer lo que los profesores y profesoras hacen por nosotros, por nuestra sociedad”.
Pidió que, como maestros, como padres de familia, todos pongamos siempre la dignidad de la persona en el centro, por igual respetar a las instituciones educativas para darle fuerza, proceso y futuro a toda la educación.
Mencionó que de manera particular recuerda y está muy agradecido con sus maestros: “Ellos me formaron, ellos hicieron que yo sea una persona útil a mi comunidad, servidor; fomentaron en mí un amor a mi patria, un amor a mi comunidad, un amor a mi pueblo, un amor siempre para hacer cosas positivas y nunca dejarme vencer por las dificultades”.
La vida para educar
Además, Martínez Castilla consideró que en la vida no hay mejor vocación, no hay mejor servicio y no hay mejor misión que educar. “Queridos maestros: ¡gracias por todo lo que hacen! Quiero invitarlos a que redescubran eso que le da valor a lo que hacen, de su ser de maestros”.
Agregó que la educación es un servicio —para no llamarlo un trabajo— extraordinario. Es uno de los servicios fundamentales para ayudar a desarrollar a las personas y a las comunidades.
“Por eso se dice que el pueblo que tiene educación es un pueblo con futuro, pero también con presente, porque se están formando en sus líderes para construir la comunidad y buscar el bien común.
“Quiero exhortarlos a que amen lo que son y amen su misión que tienen ante la comunidad. Reitero, gracias por todo lo que hacen.
“Somos conscientes de que tal vez les hemos dejado un poquito solos, tal vez no hemos sido agradecidos con ustedes; pero gracias, porque nuestro Chiapas necesita ser un pueblo con educación. Educación que no solo depende ustedes, sino de la familia. La familia es la primera escuela de la educación, es ahí donde se fomentan los valores, donde aprendemos a hacer el bien común, aprendemos cuáles son verdaderamente los valores, el respeto”, expresó el líder religioso.