En San Juan Chamula, ubicado en la región de Los Altos de Chiapas, el carnaval es concebido como un acervo histórico, pues además congrega a un gran número de espectadores: familias del pueblo, turistas y cargos requeridos.
El k’in tajimoltik hace alusión a la fiesta del juego, cuyo objetivo es mantener la legitimidad de los bats’i viniketik, la última humanidad, y se relaciona socialmente con sus ancestros y creadores (kajvaltik).
La ceremonia une a los barrios San Pedro, San Juan y San Sebastián, consolidando su unión y devoción, pero también realizan actos reservados donde solo las autoridades tradicionales pueden participar.
Hay que destacar que no solo se trata de un carnaval pintoresco, es una interpretación del sincretismo antiguo con raíces mayas y los lazos de la religión católica, que se efectúa para dar inicio a la Semana Santa.
La fuerza del toro
Uno de los actos u ofrendas más esperadas, es la corrida de varios toros en los diferentes barrios hasta llegar a la plaza cívica del pueblo.
Los ganaderos presentan a las bestias de más de 700 kilos, y con la ayuda de los monos o Max son guiados para correr descontrolados, y sin importar el riesgo algunos jinetes logran montar al bovino.
El peligro es latente y los accidentes están a flor de piel, tal fue el caso de un joven que recibió una patada en el rostro al caer del animal y hasta el momento se encuentra en estado crítico.