Juguetes tradicionales, al borde de la extinción

A pesar de que la elaboración de juguetes tradicionales de madera es una actividad artesanal y creativa que poco a poco ha ido perdiendo auge en Chiapas dentro de las nuevas generaciones, derivado de las nuevas tecnologías, al grado de estar al borde de la extinción, es una tradición y cultura que lucha por mantenerse viva a través de artistas que aún elaboran estas piezas.

Tal es el caso de Alberto Hernández Hernández, quien comenzó con esta actividad a los 15 años de edad, por el deseo de tener un juguete a su gusto y fue con el apoyo de un maestro artesano que inició su andar en la elaboración de juguetes tradicionales de madera.

En una entrevista para Cuarto Poder, sentado en una silla de “canasta” dentro de su hogar de dos plantas que se encuentra en obra negra pero que está rodeada de árboles verdes altos y frondosos, Alberto, de 34 años de edad y originario de Chiapa de Corzo, contó que la juguetería en madera le llamó más la atención que la escuela, por lo que comenzó su aventura con la ayuda de un maestro de su rumbo: “Le agarré fácil porque traía las ganas de aprender”, enfatizó.

Más adelante, cuando nació su pequeño taller, recordó que apenas contaban con dos mil pesos de capital para emprender el proyecto y poco a poco han ido creciendo al grado de ser en la actualidad una empresa familiar en la que colaboran 10 personas, incluida su esposa, a la que considera su “brazo derecho” al apoyarlo en el trabajo con la pintada y lijadas de las piezas, entre otras actividades.

Hernández Hernández, quien tiene 3 hijos: Sara Guadalupe de 11 años, Marco Antonio de 9 y una pequeña de 9 meses de edad, destacó que también sus hijos le ayudan, además de otros familiares, en el taller que se ubica en la primera planta de su casa, en donde ya cuenta con más herramientas para tener una producción de 300 juguetes en promedio al mes, mismos que son vendidos en exposiciones en varios estados de la República mexicana y han llegado hasta el extranjero.

El juguetero tradicional, quién recibió el 13 de agosto el Premio Estatal de la Juventud en 2013, detalló que sus creaciones las ha presentado en exposiciones a nivel estatal y en estados como Monterrey, Oaxaca y la Ciudad de México, además de que los juguetes han llegado hasta Canadá, Bolivia y Venezuela.

Su despegue fue en el 2008 con el apoyo del Programa de Apoyo a las Culturas Municipales y Comunitarias (Pacmyc), presentando el Proyecto de Rescate de la Juguetería en Chiapa de Corzo; con ese recurso se hicieron de herramientas y materia prima para elaborar juguetes de madera al 100 por ciento.

“Dentro de los juguetes que hacemos hay vochitos, carritos de paleta, carritos de nieve y raspados, cajitas de vendechicles, animales, volteos, baleros, trompos, helicópteros, entre otros”, enlistó el entrevistado, quien es hijo de padres agricultores.

Reveló que próximamente acudirá a la CDMX a recibir el premio del primer lugar que ganó dentro del 42 Concurso del Gran Premio de Artesanías, mismo que consta de 25 mil pesos, recurso que le permitirá seguir trabajando la madera y crear nuevos diseños.

Sostuvo que es través de los concursos y exposiciones como se ha mantenido dentro de esta actividad artesanal, que promueve a través de su trabajo y diversas acciones como la implementación de talleres en escuelas para que los niños se interesen y tengan la iniciativa de seguir con la tradición, ya que al menos en Chiapa de Corzo solamente existen dos jugueteos tradicionales.

De piel morena, cabello entrecano y aproximadamente 1 metro con 60 centímetros de estatura, el creador dijo que siempre está “jugando, aprendiendo y a la vez progresando, siempre teniendo metas y sueños, sueños de llegar más allá, de trascender fronteras, por que me siento chavito, voy a seguir adelante porque tengo muchos sueños por realizar a través de la juguetería en madera”, ya que “quien no tiene sueños está estancado” expresó el artesano al recordar una frase del Papa Francisco, teniendo a sus espaldas una imagen de la Virgen María.

Asimismo, Alberto Henández declaró que “el que trabaja con las manos es un artesano, el que trabaja con manos y cerebro es un creador, pero el que trabaja con manos, cerebro y corazón es un artista y eso me siento a estas alturas con la gracia de Dios”. Con información de Ricardo López