El culto a San Marcos, santo patrono de Tuxtla, data de 1560, fecha en que los frailes dominicos del convento de Tecpatlán, del obispado Ciudad Real de Chiapa, construyeron el primer templo católico en esta población y lo dedicaron a San Marcos Evangelista. Año en que también se le antepuso al nombre de la aldea de Tuchtla (Tuxtla) el de San Marcos, habiendo quedado desde entonces como San Marcos Tuchtla.
Fue a partir de 1560 que se empezó a construir el templo dedicado a San Marcos Evangelista, santo que se representa simbólicamente con un “león alado”. Fundado como doctrina, según refiere la tradición, por fray Antonio de Pamplona, santo evangelizador del convento de Tecpatlán, lo que quiere decir que Tuxtla fue primero doctrina con sacerdote residente y después parroquia a mediados del siglo XVII.
Con la construcción del templo se comenzó instruir a los indios zoques en la doctrina cristiana y a establecer la obligación de registrar los bautizos, matrimonios y difuntos, así como la entrega de limosnas para el sostenimiento del templo y del sacerdote.
El curato de Tuxtla era administrado por un religioso de la Orden de Predicadores de Santo Domingo, cuya vestimenta se componía de un llamativo pero piadoso hábito blanco, capucha, capa y cinturón negros. Rosario y librito en mano, con voz pausada y ceremoniosa, se dirigía a sus feligreses en lengua zoque, y a los pocos españoles, en castellano. Fue así como los zoques empezaron a oír misa.
El pueblo de San Marcos Tuxtla fue visitado el 10 de septiembre de 1586 por fray Alonso Ponce, comisario general de la Orden Franciscana, en su viaje por las provincias de la Nueva España, particularmente por el Obispado de Ciudad Real de Chiapa del Reino de Guatemala. Sobre los feligreses zoques, el padre Ponce dijo: “están muy bien doctrinados y enseñados en las cosas de la fe”.
Se bautiza a Joaquín Miguel Gutiérrez
El 27 de agosto de 1796 el padre Dionisio José Canales, cura de la santa iglesia parroquial de San Marcos Evangelista, bautiza al niño Joaquín Miguel Gutiérrez Canales (niño que con el tiempo fue héroe epónimo de Tuxtla), hijo de los señores Miguel Gutiérrez Fernández y Rita Quiteria Canales Espinosa, siendo la madrina doña Josefa Espinosa, abuela materna. Uno de los pocos bautizos pomposos del siglo XVIII de la crema y nata de la sociedad española tuxtleca. En 1802 el cura párroco Dionisio Canales solicita al obispo de Ciudad Real de Chiapa se le confirme en su cargo de Vicario de Tuxtla.
El 31 de mayo de 1848 los restos mortales de don Joaquín Miguel Gutiérrez, héroe federalista de Chiapas, fueron depositados en el templo de San Marcos, después de haber permanecido durante diez años en la capilla de San Jacinto, mismos que estuvieron en este lugar hasta 1938, en que fueron depositados bajo su propia estatua en el nuevo parque “Joaquín Miguel Gutiérrez”, que estuvo durante muchos años frente a esta parroquia.
El mismo 31 de mayo de 1848 se le agrega el apellido Gutiérrez a la ciudad de Tuxtla, por lo que de aquí en adelante se le conoció como Tuxtla Gutiérrez, en homenaje al héroe tuxtleco Joaquín Miguel Gutiérrez, dejándose en el olvido la antigua denominación de San Marcos Tuxtla, que había tenido desde 1560 en que fue fundada por los dominicos como parte de la política de reducción de la corona española, en cumplimiento de la real cédula de 1540, que ordenaba la concentración de los indios en pueblos para su evangelización y cobro del tributo.
En 1898, siendo cura párroco Manuel de Jesús Coronel, le fue colocado, en la torre del lado norte, el primer reloj público que tuvo Tuxtla en 1891; mismo que había sido propiedad del Ayuntamiento tuxtleco.
En 1902 un pequeño grupo de religiosas de la Providencia, que había traído de Francia el obispo de Chiapas, Francisco Orozco y Jiménez, funda el Colegio de Niñas de Tuxtla.
En 1913 fue modificada su fachada colonial por una moderna. En 1914 el templo fue utilizado como cuartel militar por las fuerzas carrancistas que comandaba el general Jesús Agustín Castro, quienes dejaron destrozado el edificio. En 1916, el cura Joaquín Palacios lo mandó a reparar, techándole con bóveda catalana y construyéndole dos torres más altas, las que se conservaron hasta 1981.
En 1931 el H. Ayuntamiento Constitucional de Tuxtla Gutiérrez coloca una placa, en la parte posterior del templo (callejón del sacrificio), que dice: “A la Memoria del Ilustre Patriota Liberal General Joaquín Miguel Gutiérrez, 1838–1931. H. Ayuntamiento”, con motivo del XCIII aniversario de la muerte heroica de Joaquín Miguel Gutiérrez, federalista tuxtleco que fue herido y fusilado por las fuerzas centralistas el 8 de junio de 1838.
En 1934, el gobierno del estado que encabezaba el coronel Victórico R. Grajales realiza una dura campaña anticlerical tanto contra sacerdotes como con la Iglesia católica. Persecución religiosa que culminó con el cierre de los templos, la quema de santos y la sustitución de los nombres de santos de los municipios, pueblos, calles, parques, etc. Los únicos sacerdotes que quedaron, de esta parroquia, fueron Joaquín Palacios y Eliseo Morales, quienes se tuvieron que esconder para continuar celebrando misas, en forma secreta, por las madrugadas. La quema de santos se hizo frente a los parques “Joaquín Miguel Gutiérrez” y de la Revolución (parque central), así como en el lugar conocido como “El Divisadero”.
La nueva Diócesis de Tuxtla
El 24 de julio de 1965 se erige la Diócesis de Tuxtla, misma que abarca una superficie territorial de 22,629 kilómetros cuadrados. Por tal motivo, la antigua parroquia de San Marcos Evangelista adquirió el rango de Catedral de San Marcos, Iglesia Episcopal de la Diócesis de Tuxtla, por su santidad Pablo VI, siendo su primer obispo el doctor José Trinidad Sepúlveda Ruiz-Velasco (30 de marzo de 1921 Atotonilco el Alto, Jalisco-4 de septiembre del 2017 Ayotlán, Jalisco). El 20 de mayo de 1965 fue nombrado arzobispo de la Arquidiócesis de Tuxtla Gutiérrez y el 25 de julio del mismo año fue consagrado como obispo, permaneciendo en Tuxtla Gutiérrez de 1965 a 1988.
En 1982, siendo gobernador del estado don Juan Sabines Gutiérrez, se moderniza el frontispicio, se le coloca sobre el portón principal un león con alas y se le agrega una torre-campanario con reloj musical.
En 1990 el papa Juan Pablo II visita al estado de Chiapas, en particular la Catedral de San Marcos; por tal motivo se coloca una placa en la puerta del lado norte de la catedral, con la siguiente leyenda:
“El día 11 de mayo de 1990 el papa Juan Pablo II, peregrino del amor y la paz, visitó desde este lugar a los chiapanecos y al sur de México. Las tres diócesis de Chiapas le dedicamos el presente testimonio de gratitud, por su mensaje evangelizador y su especial predilección de padre. Felipe Aguirre Franco, obispo de Tuxtla. Samuel Ruiz García, obispo de San Cristóbal de San Cristóbal de las Casas, Felipe Arizmendi Esquivel, obispo de Tapachula. Tuxtla Gutiérrez, Chiapas”.
En 1997 se construye un atrio y parque público de estilo neocolonial (con quiosco, fuente y una cruz frente al portón principal), mismo que abarcó los cuatro costados del templo. La placa de restauración de la Catedral de San Marcos, así como de la remodelación del parque, fue develada (en una visita pastoral que hizo a Chiapas) por el nuncio apostólico del Vaticano en México, Juan Mullor García; el gobernador del estado, licenciado Julio César Ruiz Ferro y el obispo de la Diócesis de Tuxtla, monseñor Felipe Aguirre Franco.
La remodelación del parque y la restauración de la catedral tuvieron un costo de 8 millones 700 mil pesos, mismos que fueron aportados por el gobierno de Chiapas. La inauguración de los trabajos se hizo el 17 de diciembre de 1997.
A partir del 2007 es la sede de la Arquidiócesis de Tuxtla Gutiérrez, siendo Rogelio Cabrera el primer arzobispo. El primero de junio del 2010, siendo arzobispo de Tuxtla monseñor Rogelio Cabrera López, el nuncio apostólico en México, S. E. Christofhe Pierre, bendijo la nueva remodelación y consagró el altar de la Catedral Metropolitana de San Marcos. El 26 de febrero del 2012, el gobernador Juan Sabines Guerrero inauguró la remodelación del parque del atrio (antiguamente Parque Joaquín Miguel Gutiérrez) denominándolo Parque de San Marcos.
El Parque de San Marcos
En 1868 se funda la Alameda Central de la ciudad de Tuxtla Gutiérrez, frente a la entonces parroquia de San Marcos Evangelista (santo patrono de Tuxtla) y lado norte de la misma. Pequeño jardín público en donde sembraron más de cincuenta árboles de nambimbos, se construyó un kiosco pequeño de madera y muchas bancas de cemento. A partir de esta fecha la ciudad de Tuxtla Gutiérrez contó con su primer parque público.
En 1910 se coloca la estatua de don Joaquín Miguel Gutiérrez (héroe epónimo de la ciudad), frente al exconvento de San Marcos (en donde funcionaba la Escuela de Instrucción Elemental, posteriormente conocida como la “Escuela de la Beli”), en el extremo sur de La Alameda Central. Esta estatua había estado desde 1893 frente al entonces Palacio Provisional de Gobierno del Estado, en la antigua Plaza de Armas de la ciudad.
El Parque Joaquín Miguel Gutiérrez
En 1934, durante la administración municipal de don Gustavo López Gutiérrez (1933-1934) se remodela la Alameda Central y se construye, en su lugar, el nuevo Parque “Joaquín Miguel Gutiérrez”; pero mucha gente le siguió llamando “La Alameda”. Parque que se encontraba entre la avenida Central y la 1ª avenida Sur Oriente; entre calle Central y callejón sin nombre: frente al templo de San Marcos y la Escuela Primaria Superior de Niños “Dr. Belisario Domínguez”. En este mismo año se realizó la quema de santos frente a los parques Joaquín Miguel Gutiérrez y de la Revolución.
En 1938 se depositan bajo la estatua de Joaquín Miguel Gutiérrez sus restos mortales, después de haber permanecido desde 1848 en el templo de San Marcos, y antes de 1838 a 1848 en el antiguo templo de San Jacinto. Cabe hacer notar que en 1848 fueron exhumados del templo de San Jacinto los restos mortales de don Joaquín Miguel Gutiérrez, mismos que fueron trasladados e inhumados en la parroquia de San Marcos Evangelista (Iglesia Mayor).
En 1944 el Parque Joaquín Miguel Gutiérrez se vuelve a transformar: fueron talados más de cincuenta árboles de nambimbos y se construye en el lado norte del templo de San Marcos unos portales de cemento para neverías y refresquerías; y, en el lado sur del parque, un kiosco de fierro y cemento destinado para las “polleras”, para que vendieran cena. El nombre de La Alameda cae en el olvido. ¡La antigua Alameda Central de 1868 pasó a la historia!
En 1982 la estatua de don Joaquín Miguel Gutiérrez fue trasladada a la Logia Masónica “Dr. Domingo Chanona”, y se mandó a fabricar una de mayor dimensión, misma que fue colocada frente al recién inaugurado Palacio Municipal. Los restos mortales de don Joaquín Miguel Gutiérrez fueron depositados bajo su nuevo monumento.
En 1997 se remodela el atrio de la catedral de San Marcos y el lugar del antiguo Parque Joaquín Miguel Gutiérrez, haciéndolo de estilo colonial: se construye un kiosco, una fuente y una cruz frente al portón principal de la Catedral de San Marcos, habiendo quedado sin nombre este nuevo espacio público.
La obra estuvo a cargo del gobierno del estado y tuvo un costo de 8 millones 700 mil pesos, misma que fue inaugurada el 17 de diciembre de 1997 por el gobernador Julio César Ruiz Ferro.
El domingo 25 de febrero del 2012, el gobernador del estado, Juan Sabines Guerrero, acompañado del presidente municipal Seth Yassir Vázquez Hernández, inaugura una nueva remodelación del parque del atrio de la Catedral de San Marcos, denominándolo Parque de San Marcos. Remodelación que se hizo dentro del programa “¡Que Viva el Centro!”, con el objetivo de reactivar la economía del centro histórico de la ciudad capital. Obra construida con inversión tanto del gobierno del estado como del H. Ayuntamiento Constitucional de Tuxtla Gutiérrez. El templo de San Marcos recobró su primitivo atrio.
¡Y el antiguo Parque Joaquín Miguel Gutiérrez quedó perdido en el tiempo!