La chuntá: historia, resistencia y tradición

Coloridas banderitas de papel picado avdornan las calles y las cabezas de hombres y mujeres que visten con faldas de cuadros o flores, blusas de holanes, listones, llamativos accesorios y maquillaje. 

Son las llamadas chuntá, y la noche de cada 8 de enero salen a las calles, en los días aciagos del calendario vigesimal, cuando inicia la Fiesta Grande de Chiapa de Corzo. 

La chuntá era la forma que se vestían las abuelas, de nagua y camisa. Pero en los tiempos del colonialismo, los hombres usaban las mismas prendas para evitar el sometimiento español, relata Gerardo Madrigal Nigenda, líder de una de las pandillas más representativas de Chiapa de Corzo. 

Hace 44 años Julio Espinosa, “que era el patrón de ‘los floreros’, nos contaba de la chuntá”. Las historias del indígena Soctón que luchó contra la esclavitud, tuvieron tanto impacto en Gerardo, mejor conocido como Jerry, y en su familia, que decidieron vestirse en su honor.

En un principio, de su pandilla salían menos de 15 personas, todas integrantes de su familia. “Íbamos a traer flores y algunas familias nos encargaban a sus hijos y nuestra condición es que salieran de chuntá en enero”.

La “Pandilla de chuntá amigos del Jerry” se fue integrando desde 1978, tres años después de un enjambre de sismos que sacudieron la ciudad colonial y la emigración de sus habitantes había dejado en el olvido la tradición de la chuntá. 

El hermano menor de Jerry, Esteban Madrigal Nigenda, recuerda que en 1976 se realizó el concurso de la chuntá para abordar nuevamente la tradición. En un principio ellos realizaban de manera artesanal los accesorios de la vestimenta que, entonces, era grotesca o chusca. 

La chuntá se hacía acompañar por la música de tambor, “nosotros metimos ahí lo que es el tambor y el carrizo”, además de pedir permiso para entrar a las ermitas y casas particulares, pues anteriormente las danzas se realizaban a las afueras. 

También tomaron la iniciativa de dejar de usar las máscaras de cartón que se acostumbraba portar en los anuncios. En la actualidad, la cantidad de personas que acuden al anuncio que sale de la casa de la pandilla de Jerry se mide hasta por cinco cuadras que, en los días fechados, recorren Chiapa hasta por ocho horas seguidas. 

Origen

La palabra chuntá, para los chiapa significa ‘muda’ o ‘cambio’. En sus inicios –en tiempo prehispánico– estos personajes realizaban una ‘danza menor’ en los días aciagos, cuando se da la inversión del universo; la gente se disfrazaba y realizaba un recorrido por las calles principales. 

“Esta inversión del universo se representa con la alteración de lo establecido. Entonces es permitido que un hombre se convierta en mujer”, explica el historiador Mario Nandayapa. 

En cada danza piden permiso a la tierra, es un ritual de fertilidad donde los músicos tradicionales con tambor y carrizo tocan tres sones; la entrada, la llegada y la salida, marcan el paso. 

Precediendo a la multitud, un hombre pintado de negro con una escoba artesanal, mejor conocido como “el abre campo”, representaba la apertura y limpia de las constelaciones. Se creía entonces, que había un reordenamiento del universo.