De las casi 600 toneladas de basura que se generan diario en Tuxtla Gutiérrez, el 80 por ciento corresponde a plástico tipo PET. Cerca de 600 familias viven de la recolección, de un recurso que es cada vez más difícil de encontrar y peor pagado; la competencia, la pobreza y el rezago en políticas ambientales han convertido al PET en un sustento frágil que deja ingresos de apenas 80 a 350 pesos al día, tras jornadas de hasta 12 horas.
Aunque desde 2019 existe en Chiapas la Ley para la Eliminación del Plástico de un Solo Uso, en la práctica esta regulación sigue sin aplicarse, y el consumo de envases desechables continúa creciendo.
Quienes se dedican a esto, recorren las calles de la ciudad; señalando que antes se lograba reunir más, ahora gracias a la competencia, las ganancias van desde 80 hasta 100 pesos semanales.
Además, los pagos van desde seis pesos el kilo para recolectores, mientras que las reventas alcanzan hasta los 14 pesos.
Costos bajos
La exigencia es alta: las botellas deben ir compactadas y limpias, mientras los ingresos son cada vez menores.
Por su parte, algunas personas caminan alrededor de cinco kilómetros para llenar sus bolsas de seis kilos, vendiendo el PET blanco a seis pesos el kilo y el de colores a apenas tres o cuatro.
Otros, venden el PET a cinco pesos el kilo, el aluminio a ocho, y el fierro a 3.50, logrando llegar a los 350 pesos diarios; mientras que en los días malos, apenas logran 150 pesos.
La presencia de pepenadores ha cambiado la dinámica de quienes barren Tuxtla Gutiérrez.
Citlali Hernández, una de las 80 personas que integran el equipo de barrido manual, detalló que antes los trabajadores reunían aluminio, PET o fierro para venderlos como un apoyo económico. Hoy, simplemente ya no los encuentran.
“Una lata de aluminio es como encontrar oro. Antes el PET estaba a 13 pesos, ahora a cinco o seis. El aluminio bajó de 35 a 12 pesos y nadie lo deja en los contenedores”, explicó.
Los barrenderos trabajan en tres turnos: matutino, vespertino y nocturno, pero aún así casi no hay desechos reciclables que puedan complementar sus bajos sueldos.
Chiapas produce cuatro mil 800 toneladas de residuos sólidos al día.
En Tuxtla Gutiérrez, el promedio per cápita es de 1.5 kilos de basura diaria, y el PET representa la mayor parte del volumen.
Es un recurso abundante pero mal gestionado: las políticas para reducirlo no avanzan, y quienes dependen de él enfrentan pobreza, desgaste físico y un mercado cada vez más reducido.












