La Dichosa Palabra, impulsa el buen vivir con la lectura

Llaman a promover los programas de lectura. Samuel Meneses / CP
Llaman a promover los programas de lectura. Samuel Meneses / CP

En el marco del evento “El Buen Vivir de la Palabra”, organizado por la Secretaría de Educación estatal en la Expo Convenciones Chiapas, los conductores del programa del Canal 22, “La Dichosa Palabra”, Eduardo Casar y Laura García Arroyo, compartieron una conferencia en la que destacaron la importancia de contagiar el amor por las letras y reflexionaron sobre los desafíos de la lectura en la era digital, todo ello en un estado que libra una batalla crucial contra el analfabetismo.

Al ser cuestionados sobre la relevancia de su visita para un estado como Chiapas, que combate el analfabetismo, los conductores expresaron su emoción y compromiso.

“Todas las iniciativas que hay justo para seguir esta lucha que, en lo personal, nosotros tenemos siempre, que es difundir, contagiar nuestro amor por las letras”, afirmó Laura García Arroyo.

Eduardo Casar añadió que para ellos se trata de “poner nuestros granitos de arena para seguir contribuyendo a esta larga labor de promoción, divulgación y mediación con la lectura”.

Casar enriqueció la conversación con una poderosa metáfora sobre el analfabetismo, argumentando que todos somos “analfabetos en algo”.

“Los alfabetos en el mundo están distribuidos en las cuestiones plásticas, en las cuestiones climáticas (...) el chiste es que el alfabetismo famoso, el de las letras, pueda contribuir por su capacidad expansiva a enriquecernos todos”, explicó.

Sobre los desafíos que plantean la Inteligencia Artificial (IA) y la inmediatez del contenido digital, Laura García expresó su preocupación principal. “Debemos ser cautelosos con problemas de atención y de concentración y de reflexión (...) todo se quiere ser tan inmediato y tan efímero que no nos da tiempo asentar”. Comparó la experiencia moderna con ir en un tren de alta velocidad, donde las imágenes pasan demasiado rápido para ser procesadas emocional e intelectualmente.

Sin embargo, ambos vieron una luz de esperanza en nuevas formas de comunidad lectora. “Ahora la literatura se comparte más (...) hay clubes de lectura (...) con sus amigos y sus vecinos. Pues eso ahora se está impulsando”, destacó Laura.