A partir de un círculo de creación literaria y lectura en el que participan estudiantes de diferentes carreras, se creó la revista La Disidente, para proporcionar un espacio de difusión a la expresión artística de los jóvenes, que no quedará en una actividad aislada.
Así lo manifestó María José García Cruz, del Área de Diversidades y Disidencias Sexogenéricas de la Secretaría para la Inclusión Social y Diversidad Cultural, de la Universidad Autónoma de Chiapas (Unach).
La revista fue presentada en la Feria Internacional del Libro (FIL) de la Unach. La finalidad es que se siga publicando para que los jóvenes tengan un espacio de expresión, tanto quienes pertenecen a las disidencias sexuales (gays, lesbianas, bisexuales, trans) como quienes no.
A su vez la idea es fomentar la creación literaria para manifestar ideas y sentimientos, que los jóvenes aprendan a experimentar con diversos estilos de escritura. “La coincidencia de este espacio es ser parte de las disidencias sexogenéricas”.
El nombre de La Disidente se recupera como una manera de resignificar lo que tradicionalmente se conoce como LGBT. La idea de que es un concepto occidental y anglosajón, se debe redefinir y entender desde epistemológicas del sur.
“Nos apropiamos de este concepto de disidencias respecto de un sistema que tradicionalmente solo reconoce lo heteronormado, lo occidental, entonces para transgredir estos procesos de homogeneización de las personas decidimos hacer este espacio diverso”.
Quieren también llegar a personas indígenas, con alguna discapacidad, migrantes, que puedan leerla, pero sobre todo participar de alguna forma. “De eso se trata, de ser un espacio seguro”.