La escritura en los pueblos indígenas: un arma de lucha

El libro es un espacio para darle forma a mis imaginaciones, ideas y preocupaciones: Mikel Ruiz. Elio Henríquez / CP
El libro es un espacio para darle forma a mis imaginaciones, ideas y preocupaciones: Mikel Ruiz. Elio Henríquez / CP

La generación de creadores de pueblos originarios “a la que pertenezco, ha usado la palabra como un arma de lucha con nuestra historia, con la sociedad y con los problemas sociales que tenemos”, afirmó el escritor tsotsil, Mikel Ruiz.

“Uno tiene la idea de que para aprender tiene que leer. En cambio en nuestros pueblos, para aprender hay que escuchar a los abuelos. Está bien, pero también usar la escritura como una vía de expresión en primer lugar y luego como una vía de entretenimiento y descubrimiento en nuestra lengua permita darle otra vida a la lengua misma a que sea transmitida sólo oralmente. Es que tiene otra facultad la escritura y la lectura también tiene otra vía”, agregó.

Autor de varias obras en tsotsil y castellano, entre ellas la novela titulada “La ira de los murciélagos”, Ruiz manifestó que “estamos viviendo una época distinta a la del siglo pasado, pero sigue siendo un problema el que todavía se lee más en español que en nuestras lenguas. No sé si tengo tantos lectores en mi lengua, pero sí sé que me gusta escribir en mi lengua”.

En entrevista, agregó: “Escribir en tsostil contribuye a encontrar la vitalidad por sí misma porque las lenguas originarias se han transmitido siempre por vía oral, pero nunca se ha usado la escritura también como una forma de conocimientos como lo ha sido la tradición occidental”.

Libro: un espacio para la imaginación

Originario de Chamula, dijo que escribe “porque necesito hacerlo, es una forma de dialogar conmigo mismo, qué es lo que siento últimamente. Es una forma de pacificar también mis imaginaciones, mis sueños. El libro es un espacio para darle forma a mis imaginaciones, ideas y preocupaciones, sobre todo, y es porque puedo hacerlo en el sentido de que muchas personas tienen muchas historias que contar y no lo saben o no lo pueden hacer y esas historias se van”.

Aclaró que “no escribo todos los días ni todas las cosas que se me ocurren, sino que voy eligiendo las historias y reflexiones que me parecen nuevas en lo que he leído y hecho. Cuando aparece algo nuevo que no le entiendo comienzo a pensar y pensar y a veces una forma de ir ordenando esos pensamientos es escribirlos”.

Ruiz fue entrevistado después de la presentación de su libro de ensayos titulado “Incensarios, una compilación personal”, que estuvo a cargo del también escritor tseltal, Delmar Penka.

Ante el comentario del presentador de la obra de que escribe libros en tsotsil y en castellano, Mikel dijo que “Chiapas es hoy un escenario en el que están brotando muchas producciones artísticas, literarias, cinematográficos y lo pictórico está fuerte -lo musical ha bajado- con hombres, mujeres y jóvenes; es una generación que podemos aprovechar la posibilidad de usar nuestra lengua sin miedo, sin temor a molestar a nadie, o también con la intención de incomodar”.

Continuó: “Eso nos da nuestro tiempo hoy en día a nosotros. Eso es lo que tenemos hoy en día y eso hace que tengamos la libertad de usar nuestra lengua como un vehículo de creación, pero también de traducción de nuestra realidad, de nuestro mundo y nuestro tiempo, es el lenguaje artístico que usamos. El mismo tiempo que vivimos hace que hoy en día, y esto puede ser algo histórico y llamativo, más mujeres están participando en muchos escenarios en los que estamos o participando”.

Expresó que “no sé si seamos menos hombres participando, pero a la mejor sí más mujeres están participando y eso visibiliza más el poder que tenemos las personas de confrontarnos a nosotros mismos, de no tener miedo de explorar esos ámbitos artísticos que ahora tenemos posibilidad, porque más allá de la cuestión política histórica tiene que ver con una cuestión personal, familiar, de hasta dónde puedo presentarme, dónde no me sienta cohibido por mi familia, conocidos, familia y comunidad”.

El boom de escritoras originarias

En su opinión, el boom de escritoras en lenguas originarias en Chiapas últimamente, “tiene que ver con los espacios que se están abriendo y un poco con las redes sociales porque ahora vemos a más mujeres participando. Ese encuentro con los espacios ha permitido que las jóvenes de algún modo exploren esta vía de expresión”.

Señaló que antes “no han tenido la posibilidad ni el espacio en el que puedan caber para aprender y mostrar sus trabajos. Hoy hay más espacios y difusión, lo que ha abierto la posibilidad de que pueden (crear), y sobre todo, perder el miedo, incluso histórico porque los hombres son los que siempre han tenido la posibilidad de figurar en ciertos espacios y las mujeres se han quedado, porque no se les permitía y ahora esa idea se ha abierto; hay más mujeres estudiando en las universidades, conquistando espacios donde antes no se podía ver”.

Remarcó: “Hay una mayor apertura, pero también una apertura ideológica y personal. Ya no hay tanto miedo de intentarlo. Eso ha permitido que las mujeres entren a este trabajo artístico que no se veía y esta es también una época muy importante para leer y escucharnos desde distintas y variadas ideologías”.