Como ya es tradición, en el pueblo de Suchiapa se realiza una celebración llena de danza, música, cantos, oraciones, ofrendas y comida tradicional en honor al Santísimo Sacramento del Altar.
La celebración es una mezcla de ritos y alabanzas cristianas, en la que se realiza la danza del Gigante, también conocida como danza del “Calalá”. La danza es autóctona de Suchiapa, además de la del “Rey y la reinita”.
La danza del Calalá es de origen prehispánico con motivo religioso. Anteriormente se danzaba en honor al dios de la lluvia y del sol, pero a la llegada de los españoles se incorporaron a las celebraciones de la Iglesia católica; debido a ello, actualmente se danza al Santísimo Sacramento del Altar; es decir, al cuerpo de Cristo, el cual se lleva a cabo en la celebración de Corpus Christi.
La misma danza es conocida como del Gigante o de los Tigres, en esa danza intervienen el Gigante, el Gigantillo, el Calalá, los Tigres, los Chamulas, el tigre Nambusheli y el Colmenero, que éstos dos últimos son los que anuncian el comienzo del ritual.
Las comidas que se ofrecen durante la festividad son variadas, en este sentido la cofradía se prepara con mucha bebida y alimentos por que la mayor parte del pueblo acude a comer. Las platillos que se preparan son caldo de picadillo, caldo de pata con panza, frijol con chipilín y arroz, caldo de pollo, caldo de res, barbacoa y pozol de cacao sin azúcar.
La danza del Calalá es una de las más importantes en el pueblo de Suchiapa, tiene mucha injerencia en el mismo y ha hecho que se siga conservando por muchos años; además conserva sus elementos originales, como el vestuario, misterios y pasos que se ejecutan en ella.
Una de las cosas admirables dentro de las festividades es la numerosa participación de niños y jóvenes, esto quiere decir que desde muy pequeños son integrados en las tradiciones de su pueblo, asegurando así la conservación de un patrimonio cultural para Suchiapa.
Historia
El comienzo de la celebración y la remembranza de la historia verídica, comienza en el campo y según los pobladores de Suchiapa, un día, un hombre llamado Luciano Toalá escuchó música en la zona que pasaba y fue a ver de donde provenía. Se percató que dentro de un árbol había una hostia donde había un panal, y veía que las abejas bailaban alrededor de la hostia, tal vez el miedo de haber presenciado algo divino hizo que el señor corriera al pueblo a avisar lo sucedido. Cuando los pobladores llegaron al lugar, encontraron a tigres, un venado y una serpiente que adoraba al santísimo sacramento; se dice que el venado metía su trompa y comía la miel que se encontraba dentro de la colmena en donde se encontraba la hostia.