La fiesta grande de Chiapa de Corzo, un acervo vivo

En Chiapas existe un pueblo (Chiapa de Corzo) en donde todo es grande: tiene la pila grande, la iglesia grande, el parque grande, el río grande, el puente grande, la piedra grande (la piedrona), la canoa grande (de tío Lencho Flecha, patrón de la canoa grande), la batalla grande (21 de octubre de 1863), el palacio grande, la fiesta grande (la fiesta de enero), la campana grande, la comida grande (pepita con tasajo), la pochota grande (la pochotona) y hoy ya cuenta con la carretera grande.

En el municipio de Chiapa de Corzo se hermanaron, hace mucho tiempo, San Antonio Abad, San Sebastián Mártir y el Señor de Esquipulas (o de los Milagros) para conformar en el mes de enero la Fiesta Grande de Chiapa, hasta hacer de ésta la feria más grande, tradicional y típica de Chiapas.

De acuerdo con la tradición oral, indígena y mestiza de los chiapacorceños, y algunas fuentes documentales, la historia del Combate Naval y la filantropía de doña María de Angulo, que dieron origen a los Parachicos, las Chuntá (Chuntáes) y los Abrecampos, datan de la época de la colonia.

Como se sabe, el 28 de agosto de 1552 el pueblo de Chiapa pasa a depender directamente de la Corona Española, por lo que se le denominó Chiapa de la Real Corona. De conformidad con el padre Tomás Gage, que visitó al entonces pueblo de Chiapa en 1626 (Nueva relación que contiene los viajes de Tomás Gage en la Nueva España publicado en 1648), el Combate Naval data de esa época.

En realidad, el Combate Naval rememora las batallas de conquista (1524 y 1528) y de pacificación (1532 y 1534) sostenidas entre los españoles e indígenas chiapanecas, recreadas pirotécnicamente por el espíritu belicoso e indomable del chiapaneca, ¿Cómo fiesta, diversión, burla, choteo o remembranza? Quién sabe.

El antiguo Combate Naval se cree que estaba dedicado al dios chiapaneca Nandada (Dios del agua) y a Nombobí (Dios sol), y en homenaje a Nangularí, fundador de Teochiapan y en memoria a Sanguieme, líder principal y mártir de los chiapanecas en las batallas de conquista y de pacificación que tuvieron con los españoles, quien fue ejecutado en la Pochota (Ceiba) en la sublevación indígena de 1534.

María de Angulo

Doña María de Angulo, distinguida dama española, hermosa, rica y muy católica, que residía en la antigua ciudad de Guatemala, llegó al pueblo de Chiapa de la Real Corona a finales del siglo XVI en busca de un afamado curandero indígena que aliviara a su pequeño hijo que era víctima de una extraña enfermedad. De la antigua Guatemala había pasado por Ciudad Real de Chiapa y por el camino real llegó doña María de Angulo con su pequeño hijo enfermo y sus sirvientes a Chiapa de la Real Corona.

Refiere la tradición que el curandero llevó al niño a las curativas aguas del Cumbujuyú, y después de haberse bañado durante nueves días el niño sanó de sus males. Poco tiempo después, 1767-1768, hubo en el pueblo de Chiapa una hambruna por falta de lluvias y por la aparición de la temible plaga de langostas; al tener conocimiento de esto, doña María de Angulo regresó al pueblo, en agradecimiento por haber sanado a su hijo, con grandes despensas: maíz, frijol, frutas, verduras y dinero, mismas que repartieron de casa en casa sus criados. Las mulas llegaban a Chiapa cargadas de animales domésticos y alimentos. Por las tardes, los sirvientes y sirvientas bailaban y danzaban para diversión de los niños, en recuerdo al hijo de doña María de Angulo, de allí el origen de la palabra “Parachico”: para diversión de los chicos.

-¡”Recordad, caballeros hijosdalgos, que los presentes son para los chicos”!...

Parachicos

Posteriormente, los indios chiapanecas empezaron a disfrazarse de españoles (Parachicos) y de mujeres (Chuntáes) para imitar a los españoles y a las sirvientas de doña María de Angulo, que iban de casa en casa regalando frutas y dinero para los niños (chicos). Asimismo, nacieron los “Abrecampos” que iban abriendo paso entre la gente que se arremolinaba pidiendo despensas y dinero.

Los Parachicos (paras niños) son personas, por lo regular, del sexo masculino que se disfrazan de españoles para remedar a los antiguos sirvientes españoles de doña María de Angulo que le ayudaron a repartir las despensas en la hambruna que hubo en la época de la colonización española. El vestuario del Parachico lo compone una máscara finamente tallada en madera con las facciones de un español blanco de ojos azules o verdes claros, con barba de candado, peluca de ixtle sin pintar, chalina de raso, camisa y pantalón negros, un vistoso sarape y un chinchín. Se visten de Parachico para participar como danzante en la Fiesta Grande de enero de Chiapa de Corzo. El 15 enero los Parachicos bailan, al compás del pito y el tambor, acompañados por las Chuntáes, Abrecampos, Vaqueros y Tehuanos, en honor al Señor de los Milagros, en señal de manda; el 17 en homenaje a San Antonio Abad y el 23 en memoria de San Sebastián Mártir.

Las Chuntáes (Chuntá, palabra de origen chiapaneca que significa criada) son personas del sexo masculino que se disfrazan de mujer para imitar a las antiguas sirvientas de doña María de Angulo, que junto a otros sirvientes españoles (hoy Parachicos) iban de casa en casa repartiendo maíz, frijol, legumbres y frutas. Las Chuntáes visitan los templos de San Jacinto, El Calvario, San Gregorio, Santo Domingo, casas particulares y la Plaza de Chiapa.

Para entender, explicar e interpretar los significados culturales de estos personajes hay que interiorizarse en el sentimiento de los chiapacorceños.

La tradicional feria de Chiapa se inicia el 8 de enero y concluye el 23 del mismo mes. El 15 de enero, se conmemora el Señor de Esquipulas con una suculenta comida grande (pepita con tasajo). El de enero, San Antonio Abad (Sananton) con otra comida grande. El 18 de enero se le rinde homenaje póstumo en el panteón municipal a los patrones de los Parachicos fallecidos, ofreciéndoles una comida a los Parachicos y público en general en la casa donde se encuentra la imagen de San Sebastián Mártir. El 20 de enero cientos de personas del estado y de fuera se visten de Parachico y de chiapaneca y se suman a la fiesta de Chiapa. El 21 de enero se realiza El Combate Naval de Chiapa de Corzo en el río Grijalva, frente a la ciudad, mismo que consiste en un espectáculo pirotécnico (de fuegos artificiales) la cual es presenciada por miles de personas que llegan de diversas partes del estado y del país.

El 22 de enero desfilan los carros alegóricos, evento que es encabezado por los Parachicos, la banda de música y de guerra del gobierno del estado; las Chuntáes, al son del pito y del tambor, van bailando y repartiendo dulces. Enseguida van los carros alegóricos, entre ellos el que lleva a doña María de Angulo, benefactora del pueblo de Chiapa en la época de la colonia, misma que es representada por una hermosa jovencita que va repartiendo dulces y monedas.

Y, finalmente, el 23 de enero desfilan los Parachicos chiapacorceños para despedirse del público y prometer, en el templo de Santo Domingo de Guzmán, que regresaran nuevamente al siguiente año.

Cabe hacer mención que el 6 de enero del 2009 el gobernador Juan Sabines Guerrero promulgó el decreto que declaró a la tradicional fiesta de enero que se celebra en la heroica ciudad de Chiapa de Corzo como “Fiesta Tradicional del Estado de Chiapas”. Y el 16 de noviembre del 2010, la UNESCO declaró como patrimonio cultural inmaterial de la humanidad a la Fiesta de los Parachicos.