La Iglesia católica desea felices fiestas
Monseñor Rodrigo Aguilar Martínez deseó felices celebraciones decembrinas. Carlos López / CP

Al concluir el periodo del Adviento, la Iglesia católica deseó felices fiestas a la población en general, sin dejar de lado el reciente fallecimiento de monseñor Fabio Martínez Castilla, esto por medio de la Arquidiócesis de Tuxtla en voz del administrador apostólico, monseñor Rodrigo Aguilar Martínez.

“De entrada no puedo dejar de mencionar la partida de monseñor Fabio, que nos ha dolido, pero pedimos a Dios que esté gozando su Navidad en el cielo, y nosotros, tras la vivencia del Adviento que nos ha alimentado la esperanza”.

Agregó que “celebramos la Navidad, el gozo de Jesús que siendo Dios se hace hombre para quedarse con nosotros y asumir toda nuestra realidad humana: enfermedades, violencias, tribulaciones, violencia e inseguridad, todo lo asume…”

El mensaje

El también obispo de la Diócesis de San Cristóbal sostuvo que en espíritu navideño “nos disponemos a dar gracias a Dios por el año que termina, pidiendo perdón por lo que hemos hecho mal, lo que no hemos hecho bien y disponiéndonos a un año nuevo”.

El párroco espera que este año nuevo sea de bendiciones.

Evangelio de Lucas 1, 57-66

Por aquellos días, le llegó a Isabel la hora de dar a luz y tuvo un hijo. Cuando sus vecinos y parientes se enteraron de que el Señor le había manifestado tan grande misericordia, se regocijaron con ella. A los ocho días fueron a circuncidar al niño y le querían poner Zacarías, como su padre; pero la madre se opuso, diciéndoles: “No. Su nombre será Juan”. Ellos le decían: “Pero si ninguno de tus parientes se llama así”.

Entonces le preguntaron por señas al padre cómo quería que se llamara el niño. Él pidió una tablilla y escribió: “Juan es su nombre”. Todos se quedaron extrañados. En ese momento a Zacarías se le soltó la lengua, recobró el habla y empezó a bendecir a Dios.

Un sentimiento de temor se apoderó de los vecinos, y en toda la región montañosa de Judea se comentaba este suceso. Cuantos se enteraban de ello se preguntaban impresionados: “¿Qué va a ser de este niño?”. Esto lo decían, porque realmente la mano de Dios estaba con él.

Reflexión

“El Evangelio del día sábado nos presenta la gran alegría que trajo para toda la comarca el nacimiento de Juan, el Bautista; el precursor del Salvador. Si algo le está haciendo falta hoy al mundo es esta alegría que nace del corazón. Es necesario que cada uno de nosotros nos convirtamos en el instrumento de Dios para que la gente se dé cuenta de que la presencia de Cristo en el mundo es una realidad y que él es la única posibilidad que tiene para ser verdaderamente feliz.

“Nuestra sonrisa, nuestra alegría, nuestra sencillez ante las cosas, son la mejor invitación para que el mundo crea.

“Zacarías no podía hablar, así que tomó lo que tenía a la mano porque así era el plan de Dios.

“Esto nos dice que en ese momento todos se ‘maravillaron’. Que estos últimos días antes de nuestra fiesta de Navidad, hagamos lo posible para que la gente se sienta invitada a vivir la Navidad con un espíritu diferente, con paz y con amor. Tú puedes ser el instrumento para que Dios llegue a los corazones”, mencionó el religioso.

Oración

Señor Jesus, enséñame a ser tu mensajero, dame tu gracia para poder llegar a los corazones de mis familiares, amigos y conocidos y que, de un modo sencillo, pueda dejar en ellos el deseo de buscarte. Dios mío, salva a los míos, envía tu Santo Espíritu para que mueva sus corazones y que les haga conscientes de la profunda necesidad que su alma tiene de ti. Amén.